jueves, 24 de julio de 2025

Un cómic sobre el poder, el control y la desmesura

 

En la era de la hipervigilancia descrita por Foucault y prefigurada por el Big Brother de Orwell, en un mundo configurado mediante redes ―que operan como esqueletos―, se desarrolla la acción trepidante dibujada y escrita por Raphaël Geffray en su novela gráfica La estación. Como en todo buen cómic, la historia narrada por este dibujante francés se centra en un caso particular, pero que bien puede entenderse como una alegoría del presente, o al menos de un sector importante del mismo. La red, en esta historieta, es una inmensa estación de ferrocarril. 

Manuel Barrero ubica en su reseña La estación en el contexto de otras obras de Geffray, así como en su peculiar mirada. Asimismo destaca la raíz mitológica de la trama (la metáfora de Circe/Hannah y el músico/Adán), junto con el papel del deseo cuando se mezcla con el poder y la deshumanización que ello conlleva. El logro de Raphaël Geffray en La estación estriba en haber realizado una fábula contemporánea que combina el thriller, el cómic político y un drama de amor tóxico. Barrero interpreta de maravilla esta historia y nos refleja sus análisis e impresiones en el siguiente enlace:


Tebeosfera, más que una red 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar un comentario, si lo deseas; no ofendas, si puedes. Gracias