El cómic-reportaje es una modalidad de periodismo gráfico que se suele realizar como una historieta unitaria o única (one shot). Tal es el caso de Palestina, Gorazde o los capítulos de Reportajes (Joe Sacco), pero también de otros títulos como Rural (Étienne Davodeau), Oscuridades programadas (Sarah Glidden), Los vagabundos de la chatarra (Jorge Carrión y Sagar Forniés), El día 3 (Cristina Durán, Miguel Ángel Giner y Laura Ballester), Shenzen (Guy Delisle), El fotógrafo (Guibert, Lemercier y Lefèvre), 11-M. La novela gráfica (Gálvez, Guiral, Mundet y González), Vidas ocupadas (José Pablo García) La grieta (Spottorno y Abril), A. D.: New Orleans After the Deluge (Josh Neufeld) o Fax desde Sarajevo (Joe Kubert). Todos ellos tienen en común además el hecho de que suelen ser presentados ―bien directamente por las propias editoriales, bien indirectamente por los medios de divulgación― como novelas gráficas.
En el número reciente de nuestra revista Tebeosfera, Jesús Gisbert analiza este fenómeno y muestra cómo la eclosión de este tipo de historieta es un resultado, una confluencia específica de las respectivas historias del cómic, por un lado, y del periodismo, por el otro lado.
La historieta, como los buenos reportajes, sin fronteras: Tebeosfera
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