lunes, 6 de mayo de 2019

CUANDO LA LEYENDA SE CONVIERTE EN HECHO, IMPRIME EL CÓMIC



Quizá por su potencial para evocar, a menudo el cómic ha recurrido a tiempos pretéritos, bien fuera como elemento fundamentalmente iconográfico (por ejemplo, en la tradición del cuaderno clásico español de aventuras) o como parte esencial tanto en lo visual como en lo conceptual del entramado narrativo (la BD, como botón de muestra no excluyente, es pródiga en este modelo merced a Bourgeon, Hermann y otros). En todo caso, a la vista está que la historiografía y el cómic han estado siempre condenados (¡bendecidos!) a entenderse. 

En el artículo de hoy, elaborado por Adexe Hernández Reyes (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria), podemos observar precisamente cómo la historieta, bajo las pautas metodológicas adecuadas, se constituye a manera de herramienta didáctica sumamente dúctil para implementar la enseñanza historiográfica en las aulas de secundaria y bachillerato. Mediante la remisión a la saga de Las aventuras de Alix, de Jacques Martin, ambientada en los tiempos de Julio César, el articulista nos propone una travesía pedagógica a través del mundo clásico que atiende a aspectos diversos, desde la arquitectura hasta el papel de la mujer. Así, el rigor histórico de la obra de Martin (concretamente, de L'enfant grec, editada en álbum por Casterman en 1980) nos permite otear los vericuetos de períodos pasados de gran ascendiente en la conformación de nuestro mundo actual.

Si quieren averiguar, aparte de las implicaturas visuales, las planchas dominicales a todo color, el espacio entre viñetas, la Silver Age, las onomatopeyas narrativas, la línea clara y la escuela Bruguera, qué más han hecho los roma... esto, los tebeos por nosotros, infórmense aquí:
Tebeosfera. Haciendo historia con la historieta.

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