La historieta puede ser, entre muchas otras cosas, un instrumento con el que potenciar el cambio social mediante la difusión de los derechos humanos. Cierto es que, cuando se parte de una propuesta proselitista, a veces se puede caer en un tono panfletario (aunque Zola nos demostró que eso no es necesariamente malo...) pero también es posible alumbrar ejemplos que nos hagan reflexionar sobre aquellos valores a menudo en entredicho en este mundo donde el ser humano se comporta como un lobo para con su semejante.
En el artículo de hoy, David Leat y Lydia Wisocki (Universidad de Newcastle) nos explican con suma pericia el desarrollo del proyecto Freedom City Comics, una antología de siete cómics dedicada a la historia de los derechos civiles y la política en una área geográfica del norte de Inglaterra bajo el marco temático de la libertad. En la elaboración de esta empresa se implementó un marco de colaboración interdisciplinar según el concepto del boundary object (objeto frontera), a partir del cual los articulistas reflexionan sobre los roles plurales y evolutivos a través de las fronteras entre investigadores y creadores, entre lectores e historietistas y, en última instancia, entre estos, los docentes y el alumnado receptor final.
Si les interesa, que no nos cabe duda de que así será, pueden recabar más detalles aquí:
COLLABORATIVE COMIC AS BOUNDARY OBJECT: THE CREATION, READING, AND USES OF FREEDOM CITY COMICS (original en inglés)
CÓMIC COLABORATIVO COMO OBJETO FRONTERA: LA CREACIÓN, LECTURA Y USOS DE FREEDOM CITY COMICS (traducción al español de Antonio Salvador)
Tebeosfera. Tebeos para salvar la gran zanja.
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