El día 1 de marzo de 2008 concluía la exposición Paso al Fanzine. Historia Del Fanzine Andaluz, montada y comisariada por el periodista Miguel Ángel Alejo para ocupar durante un tiempo el espacio expositivo de
La exposición en realidad sólo permite atisbar muy lejanamente la densidad de este universo de publicaciones marginales de y sobre historietas, el cual sí que abruma al interesado al hojear el libro que ha aparecido con ocasión de esta muestra: Historia del fanzine andaluz, una autoedición bajo el sello Dos Gatas producciones con una primera tirada de 500 ejemplares, que se ha vendido casi íntegramente en el festival sobre cómic, ánime y juegos que se celebraba este fin de semana en la localidad cercana de Armilla.
Este libro y la muestra asociada nada tenían que ver con la organización del citado festival. Este libro es cosa muy seria.
Historia del fanzine andaluz es un volumen de más de 300 páginas que recoge cientos de publicaciones subterráneas, esquivas, casi inexistentes hasta que fueron mencionadas aquí, “artefactos” (como les llama astutamente Alejo) que sirvieron en algunos casos para cohesionar grupos de trabajo en pro de la historieta, para organizar a colectivos de autores andaluces, para hacer medrar algunas firmas del panorama de la historieta actual… Pacheco, Merino, Guarnido, Sergio García, Enrique Bonet, Enriquecarlos, Juanjo RyP, Ippólito, Farruqo, etc., hasta el mismo que escribe esta reseña desfilan por este estudio sobre publicaciones extrañas, inencontrables y deliciosas.
Por esta característica, por su valor como trabajo de localización, captación y catalogación de publicaciones relacionadas con el medio, este libro se convierte en imprescindible para la teoría sobre el medio en nuestro país, y también en un aporte importante al conocimiento de la cultura iconográfica andaluza en general. Es un trabajo que, pese a lo poco vistoso de los materiales de que trata, reviste de gran importancia, porque describe un período de nuestra historia de la comunicación en el que se dispararon los sentimientos de libertad a la par que los deseos de expresión y la creatividad; un tiempo en el que se plasmaron las ansias reivindicativas de cierta juventud. Hoy, homogeneizadas estas ansias por los hipermedia ya nada es lo mismo.
El libro es criticable en algunos aspectos, claro. ¿Qué catálogo de publicaciones es completo, qué recorrido historiográfico sobre un aspecto de nuestra cultura no observa resquicios? Presenta algunos defectos estructurales y en el análisis, y luego hay aspectos criticables en las formas. Por ejemplo, el libro carece de sumario, lo cual te obliga a un esfuerzo añadido a la hora de reconocer secciones. Otro por ejemplo, no dispone de índices finales, onomástico, hemerográfico o de publicaciones, que hubieran ayudado mucho a la hora de localizar un título. Y lo que es más importante, no dispone un cronograma final que ordene, por sus fechas, los fanzines en orden de aparición, lo cual es muy útil para cualquier interesado en el tema. También es verdad que elaborar estos índices es tarea onerosa… Como sabemos que habrá una segunda edición, Alejo solventará esto con total seguridad en la siguiente tirada.
Por lo que respecta al análisis hay que decir que no es un libro “de historia”. Tampoco lo pretende realmente. Es un recorrido que menciona y ordena todas estas publicaciones, que ya es mucho, pero no entra a valorar aspectos sociológicos o de evolución política de los enclaves en los que estas publicaciones afloraron y pervivieron. Este es sin duda otro trabajo, un proyecto de mayor envergadura que duplicaría el número de páginas del libro. También encontramos ciertos aspectos discutibles, un tema apasionante para los que nos atraen los fanzines. Nos referimos a la cuestión de la acotación del corpus de trabajo. Alejo deja de lado ciertas producciones por considerarlas profesionales, como los productos de Megamultimedia o los de El Batracio Amarillo, y establece una serie de características que definen a estos “artefactos”, como por ejemplo que carecen de registro legal, que suelen generar déficit a sus editores y que no gozaron de circuito oficial de distribución. De acuerdo, pero ¿y las publicaciones con subvención proveniente de cabildos o diputaciones? Todas fueron registradas, sus autores cobraron y se distribuyeron a través de los canales institucionales, y sin embargo están contempladas aquí como fanzines (para el caso sevillano, Kambi Bolongo o I.M.AG.EN. d.e Sevilla), luego habría que precisar que 27 Puñaladas era fanzine musical antes que otra cosa, que Orbis Tertius pretendía ser una revista profesional y no un fanzine, y que los productos editados por DeTebeos en Almería no pertenecen en su mayoría a la esfera del fanzinismo pues su carácter profesional, en la edición y en la distribución y venta, es notorio.
En lo formal también nos ha chocado el modelo escogido para recoger alguna documentación o citar las fuentes. Así, por ejemplo, se citan escrupulosamente dos libros firmados por cierto madrileño que no aportan datos de relevancia (sólo una leyenda, sólo un futurible) y, más adelante, se recogen textos completos, hasta completar varias páginas con su transcripción, escritos por otros y no se hace la cita pertinente al pie de la fuente concreta. Esto constituye una reprimenda personal, claro, porque a lo largo del libro una de las publicaciones que más a menudo se usa como fuente de documentación es la revista web www.tebeosfera.com, pero no se la cita con la misma “entidad”, digamos, que las fuentes documentales analógicas. ¿No resulta paradójico esto en un libro sobre la marginalidad? ¿Cuándo vamos a reconocer que el trabajo hecho es el trabajo hecho haya sido publicado en un flamante libro o en una página web? ¿No estaría bien comenzar a hacerlo precisamente en un libro sobre lo marginal que además ha sido autoeditado?
En todo caso, todo esto son detalles nimios, que nos preocupan exclusivamente a los especialistas en el tema pero que a la mayoría de lectores pasarán desapercibidos. Estamos ante un trabajo monumental, gigantesco y muy digno, que describe por bloques cronológicos la presencia de este tipo de publicaciones en nuestro terruño y que demuestra a otros periodistas y estudiosos del mundo del cómic que se puede hacer algo consistente con empeño y con pasión. No existe en España un libro comparable a éste, sí los hay sobre el rutilante underground barcelonés (pero que no alcanza a catalogar una mínima parte de los fanzines allí producidos) pero no existe sobre el fanzinismo Valenciano, tan vanguardista, ni sobre el madrileño, el vasco o el gallego, tan abundante y fresco en todos los casos. Alejo ha dado una lección a todos con esta obra. Un empeño personal y honesto, que rebosa amor por los tebeos y que eclipsa todos los esfuerzos desarrollados en pro de la historieta y el humor gráfico en la capital granadina desde los tiempos de Gamonal y Tito Rojo.
Fundamental.
Reseña de Manuel Barrero
La segunda edición de libro podrá solicitarse en breve a Dos Gatas producciones, Apartado de Correos 2067, 18080, Granada
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