Ignacio Fernández Sarasola aborda la visión de la Guerra Fría que transmitieron los tebeos de propaganda anticomunista publicados en Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. Unas historietas ideologizadas que ofrecían una visión parcial y a menudo distorsionada de la Unión Soviética, ya en clave histórica, distópica o presuntamente educativa.
Este tipo de cómics –derivados de las historietas educativas que empezaron a proliferar en la década de los años cuarenta como reacción a cuestionadas las historias ficticias– fueron editados por asociaciones empresariales y agrupaciones religiosas, dos de los principales agentes de la campaña anticomunista, al ver en la Unión Soviética un peligro tanto para el sistema capitalista como para el cristianismo. De ahí que insistieran en mostrar las consecuencias que supondría para la economía estadounidense y para la libertad religiosa la implantación en Estados Unidos de un régimen comunista.
En su intento por resultar más impactante, este particular género anticomunista echó mano de una profusa simbología en la que tanto el comunismo como la contienda ideológica fue representada de forma vívida como una contienda entre agentes heroicos y un monstruoso Leviatán. Imágenes que, en el caso de los cómics procedentes de asociaciones religiosas, evocaban a menudo a la lucha de la cristiandad contra Satanás.
Cómics propagandísticos antisoviéticos durante la "golden age" estadounidense
Tebeosfera. Tebeos y propaganda
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