Estamos acostumbrados a que la realidad
subyace oculta, tanto en el terreno político como en el económico, y sin
la ayuda de periodistas pendencieros no conoceríamos la verdadera faz
de los poderosos. Meterse en donde no le llaman, ese es el trabajo del
reportero. Lo puede hacer bien y destapar la realidad tal y como es. O
lo puede hacer regular, mal o como lo hacía el reporter Tribulete. Muy
mal. Precisamente por eso resultaba divertido.
En el presente
artículo, Jordi Manzanares rememora la figura de Tribulete, uno de los
personajes fundadores del Pulgarcito mítico, el de los años cuarenta. La
creación de Cifré ejemplifica el trabajo mal hecho, la falta de
talento, el afán por medrar y el chismorreo como filosofía. Como ser
español, en definitiva.
TRIBULETE. PERIODISTA EN LA POSGUERRA ESPAÑOLA
Tebeosfera. Viñetas que son espejos.
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