Los que trabajan con el color saben bien qué impacto tiene en nuestro cerebro cada base cromática. La mezcla de colores es la que encontramos en la vida, nuestro significante, pero en la raíz del color, en los colores puros, hallamos el significado de las cosas. Por esto está establecido que el azul representa el idealismo, la sinceridad, la fortaleza. El rojo significa optimismo, valentía, liderazgo. El amarillo, finalmente, nos remite a la lucidez, a la convicción y a la justicia.
Los cartelistas, sobre sobre todo en tiempos de guerra, conocen bien estas reglas. Y también las conoce Lorena Canottiere, la autora de Verdad, un tebeo ambientado en nuestra Guerra Civil que hace un uso intenso del amarillo, lo cual, en principio, resulta chocante, pero poco a poco va construyendo un mensaje, tanto estético como ético.
Norman Fernández, que conoce bien a la autora y que se ha extrañado mucho de que una obra tan atractiva (y además premiada ) haya llegado tan tarde a España, elabora una reseña de un tebeo imprescindible.
Tebeosfera. El color de los relatos.
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