Tomás Ortega nos recuerda, en esta reseña de la obra La casa, de Paco Roca, que el cómic sabe penetrar como ningún otro medio en la condición humana. La virtud de la viñeta para encajar un momento y un espacio al mismo tiempo, congelando ambos de manera indisoluble, permite plantear recuerdos, añoranzas y sentires, y eso hace que algunos cómics o algunos fragmentos de cómic se puedan considerar un tipo de poesía. Al menos, aquella cuya mayor virtud reside en la capacidad que tiene de hablarte sobre ti mismo.
BAJO LA SOMBRA DE UN ÁRBOL
Tebeosfera. La casa de las viñetas.
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