Enric Sió fue uno de los más grandes creadores de nuestra historieta, pero se vio obligado a publicar parte de su obra en Italia o Francia. Aparte de lo mermado de su industria en el final de los años sesenta, España se le quedaba pequeña para todo lo que el autor quería representar o para todo lo que quería contar. Aghardi, su obra más recordada, surgió al poco de sorprender a todos con Lavinia 2016, pero decidió presentar su nuevo trabajo a un editor italiano, no a uno español. Lo hizo acertadamente: cuando llegó a nuestro país, su primera versión apareció mutilada.
Héctor Tarancón revisa esta obra, y su repaso aclara algunas de las dificultades que tuvieron nuestros autores para imponer sus criterios en la España de los años sesenta y los primeros setenta.
AIRES DE VANGUARDIA EN AGHARDI
Tebeosfera. Vanguardia y viñetas.
(la imagen es uno de los diseños previos preparados por Editores de Tebeos para el rescate de la obra)
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