viernes, 9 de agosto de 2019
VIÑETAS DE MIL AMORES
¿Cuántas veces se puede narrar el enamoramiento? ¿Mil veces? ¿Millones? La respuesta es sencilla: infinitas veces. Porque el cuento de la transformación (en este caso, del apasionamiento) es el relato en torno al cual pivotan todos los demás. Nunca nos cansamos de él. En los tebeos, esas transformaciones, han dado lugar a los grandes géneros y, a los chicos, el romántico se nos antoja el más repetitivo. A ellas les aburre el de acción ¡Siempre es lo mismo!
En efecto, lo es. Pero funciona. Y en el ecuador del siglo XX se demostró con creces en la industria británica del cómic, cuando comenzaron a brotar libritos y revistas con cómics de amoríos que crecieron como la espuma. Tanto, que sus editores tuvieron que reclamar dibujantes del extranjero, y los que mejor funcionaron fueron los españoles.
En este artículo se da repaso a aquella florescencia romántica, en miles y miles de tebeos que salían semanalmente contando historias de amor dirigidas a un público adolescente femenino. Bernárdez y Barrero ponen la tilde, además, sobre la participación española en ellos, que fue masiva:
EN ALAS DEL ROMANCE
Tebeosfera. Enamorados de los cómics.
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