El viejo debate. Cuando la historieta nació no lo hizo como
esqueje literario, sino con otro afán, un afán liberador: en alas de la
imagen escapaba de la cárcel textual.
Desde una pose intelectual nos hemos obstinado en ligar exclusivamente la cultura a los textos literarios, cuando ha quedado demostrado, tras más de dos siglos de evolución de los medios de comunicación híbridos, que la cultura usa hoy la imagen como vehículo. La población -la ciudadanía- ya no lee. Va al cine. Ve la tele. Deglute series en su tableta. Pero no lee.
Los vínculos más poderosos entre historieta y literatura son innegables, claro está. Por un lado parece obvio que el acceso a la lectura es más fácil para los niños si va acompañado con imágenes y de ahí la proliferación de libros muy ilustrados, y los tebeos pueden cumplir con esa función también. Por otro lado, la historieta es un medio que admite las adaptaciones literarias (al igual que el cine) si bien lo que resulta no es un texto literario, es una historieta con una sustancia diferente a la de un relato novelado.
Del
presente documento que rescatamos en Tebeosfera, lo interesante es el
testimonio de Norberto Buscaglia, que nos recuerda cómo fue su
colaboración con Alberto Breccia para adaptar algunos textos literarios a
la historieta (Sábato, Lovecraft y otros).
Tebeosfera. Testimonios de la historieta.
Creo que puede resultar inconveniente, cuando menos, argüir esa explicación de la falta de lectura para justificar la validez de la historieta como medio artístico y de comunicación. Y también es peligroso, aunque sea considerando la cuestión desde un punto de vista meramente teórico y epistemológico.
ResponderEliminarUn saludete y adelante con vuestra impagable labor.
Yo no creo en eso, Alberich. La validez de la historieta como medio no se justifica así, a mi modo de ver (ni tampoco "subiéndola de nivel", hasta el de la literatura). Pero este rescate se practica en respeto al documento original. :)
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