La historieta cubana es muy difícil de recuperar. La escasa accesibilidad a las publicaciones por la situación política del país, junto con las deficientes características del material usado en la época hacen que las revistas de historietas de los años sesenta sean un producto inencontrable o irreproducible, sobre todo si buscamos una obra en concreto. Por eso es una enorme alegría el que teóricos de la historieta como Roberto Hernández consigan recuperar para los lectores actuales algunas de las páginas que Jan realizó en Cuba.
Continuando con el relato de Padrón sobre las vivencias cubanas de Jan, Hernández profundiza en las publicaciones del país y en las series que nuestro autor creó o ayudó a dar vida, en un texto valiosísimo por sus hallazgos e interesantísimo por su capacidad divulgadora.
Y de nuevo hay que agradecer a Félix López su colaboración para que este texto viera finamente la luz.
Tebeosfera. Tesoros del Caribe.
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