Junto a editoriales relativamente consagradas como Zinco, en los años
ochenta todos seguían subiéndose al carro del negocio erótico. Así, no es de
extrañar que surgieran efímeros sellos que continuaron llenando los kioscos con
infumables cómics de este género.
GTS publicó material proce- dente de Italia, como tantas otras editoriales
que se nutrieron de esta fuente inagotable de historietas más o menos
pornográficas y, generalmente, de muy baja calidad. En los dos años que GTS
aguantó en el mercado sacó bastantes títulos de muy corta duración, cosa que nos
hace dudar acerca de la solidez de ese negocio:
Aunque el fracaso de estas iniciativas podía deberse más bien a la falta de experiencia editora de aquellos que se animaban a invertir en este mercado; algunos ni siquiera osaban registrar sus publicaciones, que aparecían con una total ausencia de créditos:
(Ricard Sitjà se empeñó en rescatar muchos de estos tebeos).
Tebeosfera: Generamos Tebeografía Salaz
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