La aparición de la primera revista de historietas humorística en 1915, Dominguín, acabó llevando a la adopción de un formato que sería el más usado para este tipo de publicaciones en décadas posteriores. En los sesenta se produjo un cambio en el concepto de la revista de historietas infantil y juvenil. La omnipresencia de las publicaciones de Bruguera marcaba el estilo imperante en el mercado, con la competencia de TBO y Editorial Valenciana y su humor más infantil, más suave, junto con otros títulos efímeros de otras compañías que intentaban acaparar mercado. La apertura al exterior que se produjo en todos los ámbitos cotidianos en la década del crecimiento económico supuso la entrada de abundante material historietístico foráneo, de la que Chío fue una de las primeras publicaciones en presentarlo. Así, junto a autores españoles se mezclaba material de agencia que aprovechaba el éxito de las animaciones de Hanna-Barbera, historietas de la IPC británica y ejemplos de historieta francobelga que posteriormente sería prolongado por revistas como Tintin, Gaceta Junior o Strong.
La ficha de la publicación en Tebeosfera ha sido asesorada por Luis Cano, Alfons Moliné y Antonio Moreno, pero de las fichas de números el responsable ha sido una de las últimas incorporaciones a este equipo de voluntariosos estudiosos del cómic, Joaquín del Villar, quien con paciencia y esmero ha completado una colección olvidada (y van...) para solaz del amante de la historieta española.
Y para comprobarlo, solo basta con pulsar aquí.
Tebeosfera. Tantas revistas humorísticas como para hacer un monográfico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar un comentario, si lo deseas; no ofendas, si puedes. Gracias