lunes, 24 de mayo de 2010

MUERTOS VIVIENTES EN NUESTROS TEBEOS


Los zombies pertenecen, como no podía ser de otro modo, al género del horror; seres que antaño fueron humanos y que, tras su muerte, por algún cómicamente negro giro del destino, han vuelto a alzarse sobre sus propios pies con una única meta: devorar a los vivos.

Las historias de zombies, según algunos, pertenecen a un subgénero propio, el Survival Horror, en el que el absoluto fin argumental es mantenerse sano y salvo. En una palabra, sobrevivir. Ya sean una metáfora de la xenofobia, la alienación de los individuos, el hombre devorándose a sí mismo o un simple "corre, corre, que te pillo (y te como el cerebro)", el fin de estas historias siempre será sobrevivir para no convertirse en lo que más tememos y que es aquéllo que nos persigue. Y no siempre son los zombies.

Si ayer sorprendíamos a nuestros lectores con un artículo de lujo que analizaba a esos seres ávidos de cerebros humanos, esplendidamente realizado por el divulgador Álvaro Pons, hoy nos toca repasar algunos de los títulos más representativos en los que estos muertos vivientes han campado a sus anchas.

Y nada de esto hubiera sido posible sin unos tebeditores que han catalogado estas obras como si su carne y sus cerebros dependieran de ello: Andrés Álvarez, Javier Vidiella, Félix López, Adolfo Gracia y Manuel Barrero.



Tebeosfera. Devoradores de cerebros... y de tebeos.

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