Es habitual hablar sobre lor ires y venires de los superhéroes, sobre sus hazañas. También es común leer sobre su implicación con el mercado, sus posibilidades económicas. O de su incursión en la cultura (desde ciertas atalayas tan sólo). Pero es menos común hablar de superhéroes y política. De política intervencionista, de política colonialista, de política imperialista, de propaganda política.
Hoy nos desayunamos con un texto polémico, como suelen ser los de Antonio Santos. Se trata de una argumentación construida tras la lectura del lanzamiento del tebeo de Spider-Man especial Obama, que es una obra que conjuga tres cuerpos en origen no vinculados: un texto que quiere destacar el espíritu 'progresista' de las ideas propagadas por Marvel como editorial, una historieta en la que Spider-Man se une al dolor / rabia tras los atentados del 11-S y otra en la que el Trepamuros defiende a Barack Obama del ataque del Camaleón. Leer estos tres elementos juntos en el mismo volumen confiere otra identidad al producto, que Santos desmenuza a diestro y siniestro (aunque en EE UU sólo hay "diestro").
Tebeosfera. Podremos no estar de acuerdo, pero defenderemos que se diga.
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