Con Koolau el leproso Giménez dejaba bien claro que se podía hacer historieta de aventuras con un poso de compromiso ideológico.
Fue ésta una obra gozne entre la militancia evidente y la melancolía como meta, un tema que comenzaría a trabajar con más intensidad tras este trabajo, nacido en los finales setenta y que se sirvió en libro en la década siguiente.
Con el repaso a esta obra se atrevido Alberto García (de nuevo sí; el mismo "el tio Berni"), que ha redactado un texto que no tiene desperdicio.
Tebeosfera. Tenemos la enfermedad de la edición.
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