De la generación de genios que brotaron de las páginas de La Codorniz quedan pocos. Mingote es el más evidente representante de aquella agrupación de espíritus libres que hacían un humor atado en corto y sujeto a la greguería de soslayo o a la metáfora obvia. La censura observaba.
De todos ellos, uno de los más grandes fue Chumy Chúmez. Un hombre conservador, versátil, hipocondríaco, muy inteligente. Un artista completo, que no sólo hacía "chistes", también hacía sátira, y metáfora aguijoneante, y también exploraba el humor, de hecho dirigió una colección teórica sobre los humoristas españoles. Chumy fue uno de los grandes pensadores del humorismo en España, como hoy le reconocen los que siguen sus pasos (El Roto, Caín, Rodera, Martínez, etc.). Y, además, su obra ha generado encendidos elogios y algunos estudios por parte de investigadores del lenguaje y del arte.
Uno de ellos, el doctor José Antonio Llera ha brindado a Tebeosfera y a sus lectores un trabajo sobre la obra de Chumy Chúmez que, partiendo de la prágmática, estudia por separado el código lingüístico utilizado por el autor y su calidad plástica para así poder comprender mejor su aportación a la historia de nuestra cultura (al tiempo que renueva el debate de cómo debe estudiarse el humor gráfico).
La revisión del trabajo la hizo el también humorista Lombilla.
De todos ellos, uno de los más grandes fue Chumy Chúmez. Un hombre conservador, versátil, hipocondríaco, muy inteligente. Un artista completo, que no sólo hacía "chistes", también hacía sátira, y metáfora aguijoneante, y también exploraba el humor, de hecho dirigió una colección teórica sobre los humoristas españoles. Chumy fue uno de los grandes pensadores del humorismo en España, como hoy le reconocen los que siguen sus pasos (El Roto, Caín, Rodera, Martínez, etc.). Y, además, su obra ha generado encendidos elogios y algunos estudios por parte de investigadores del lenguaje y del arte.
Uno de ellos, el doctor José Antonio Llera ha brindado a Tebeosfera y a sus lectores un trabajo sobre la obra de Chumy Chúmez que, partiendo de la prágmática, estudia por separado el código lingüístico utilizado por el autor y su calidad plástica para así poder comprender mejor su aportación a la historia de nuestra cultura (al tiempo que renueva el debate de cómo debe estudiarse el humor gráfico).
La revisión del trabajo la hizo el también humorista Lombilla.
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Tebeosfera. Eruditísimos, sí; y a mucha honra.
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