REVISTA DE PRENSA 080607. DON MIKI REDIVIVO.
Es sana la costumbre de ir realizando una revista de prensa en la que desgranar lo publicado sobre historieta en los periódicos nacionales, pero esta labor a veces resulta indigesta.
En El Mundo, como le es propio, fue alimentada la polémica sobre la cuestión lingüística en tierras donde se habla el catalán, en Cataluña y Baleares. En ambos casos ilustraron la noticia con viñetas con bocadillos, como queriendo significar que las obras implicadas en la polémica eran cómics.
En ningún caso lo fueron. La polémica catalana procedía de una guía coordinada por la Plataforma per la Llengua, con patrocinio de la Generalitat, en la que se invitaba a los inmigrantes a usar el catalán como vía para la integración en el mercado de trabajo y para la escolarización de sus hijos. Fuera de la polémica comentada, la viñeta que El Mundo del día 5 de junio reprodujo en portada, y en el interior junto con otras, era un ejemplo aislado de la guía, que no pertenecía a ninguna obra narrativa y que era una de las escasas que contenían bocadillos. En suma, que se trataba de una guía ilustrada y no de un cómic.
Por lo que se refiere al caso mallorquín, El Mundo del día 6 se hizo eco de la denuncia de Joachim Hunold, director de Air Berlin, sobre que en Baleares no se consideraba el español como lengua oficial. Todo venía a cuento por un artículo publicado en la revista de la empresa, Air Berlin Magazine, donde se afirmaba que el Govern les había pedido que el personal de la aerolínea se dirigiese a sus clientes siempre en catalán. Lo llamativo es que de nuevo la imagen de la noticia es una viñeta, con su bocadillo, de autor alemán, en la que se satiriza esta ilógica circunstancia comparándola con la rivalidad entre prusianos y bávaros.
En ambos casos, el lector ocasional, el de titulares e imágenes, identificará las viñetas como fuentes de ambas polémicas, y por extensión al cómic. Algo similar ocurría la semana pasada con unas viñetas de Miguel Brieva en las que se ridiculizaba a la iglesia católica y que emitían un mensaje desacralizador antes que satírico tal y como estaban: sacadas de su contexto (amén de que a Brieva o lo citaban como autor en momento alguno).
Si por este lado atendemos a un caso de "desnormalización" del medio a través de la asociación de imágenes alusivas al cómic y controversias sociales, o sea, por asociación negativa, por el otro, por el de la exigencia de la asociación positiva no cumplida, observamos otro más flagrante aún. Hablamos, naturalmente, de la nueva colección de la línea Biblioteca El Mundo, complementaria de dos o tres emisiones semanales del diario, titulada DISNEY. CLASICOS DE LA LITERATURA.
Como es habitual con estas promociones, se anuncian a bombo y platillo (a doble página en color el día 5 de junio), con amplio surtido de imágenes y una generosa descripción del producto enfocada a encandilar al respetable. Pero mendaz. Porque es, de nuevo, una colección de tebeos que quieren vendernos como "literatura". Así, en la doble página del día 5 presentan "clásicos de la literatura universal contados por... Disney", para que los hijos "descubran la mejor literatura", "versiones de las obras de los más grandes genios", para "acercar a los niños al maravilloso mundo de la literatura" en "libros de más de 140 páginas". Ya, pero, ¿y por qué no valoran el hecho de que se trata de libros de historieta? En una pequeña esquinita del anuncio, en un lugar imperceptible se aclara: "Formato cómic". ¿Cómo formato cómic? ¿qué diantres de formato es ese? ¿Es literatura o es cómic? ¿Es libro o es formato? ¿De qué hablan los señores de El Mundo?
Ah, que hablan de "obras maestras". Es decir, de autorías. Ahora se comprende, claro, claro. Lo aclaran el día 6, viernes, en ooootra doble página en la que el periodista/promocionador José María Plaza se extiende largamente sobre los "autores" de estos "Grandes Clásicos de la Literatura Universal interpretados por Disney". O sea: Homero, Dante, Cervantes, Shakespeare... sin faltar Julio Verne, escrito así, como cuando Franco: Julio y no Jules. Ah, y también un tal Disney. El autor de las "ilustraciones de los libros". Los que pretendan ver aquí obras esforzadas y a veces logradas de autores como Barks o como Cavazzano que se desentiendan. Esto es de Walt Disney en todo su concepto y realización. Y esto es "introducción a la literatura" en su espíritu. O sea que no es historieta. Y que la historieta no vende y por eso ni la mencionamos cuando lanzamos un producto de historieta.
Beatriz García Manso, en el número 162 de Yo Dona, suplemento semanal del diario, vuelve a la carga promocional y adorna su artículo con imágenes y viñetas que descubren la naturaleza de la obra. García habla de pedagogía y de ficción pedagógica, aporta estadísticas sobre los hábitos lectores de nuestros hijos que rebaten lo que este mismo diario había publicado un mes atrás (¿!?) y aclara que los libros tienen "formato cómic" en un resquicio de su artículo. Luego, bajo una reproducción de un fragmento de historieta escribe, para los subnormales -presumimos- que las viñetas son de "tipo cómic" y "los dibujos y los colores atraen la atención de los niños hacia los libros. Casi sin enterarse, se convierten en lectores empedernidos para toda su vida".
¡Anda, casi calcado de cierto manual franquista de censura pedagógica!
Así estamos. Y luego vendrán los de la "normalización" diciendo que mira tú por dónde la historieta está en los medios y tal. Y a lo mejor le dan un trofeo a El Mundo por su difusión de la historieta, pese a que la ofrecen (la ofenden) desnaturalizada y desautorizada.
Vuelvo a insistir, si esto es normalizar, apaga y vámonos.
¡Qué vergüenza!
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