sábado, 23 de febrero de 2008

VLADE, DE VEGAS

VLADE. El del melondro cejijunto

Por Antonio Santos (de su serie La voz en el desierto, entrega 37)

Nueva parodia gráfica macrocefálica del habilidoso ENRIQUE V. VEGAS que desarrolla, con elíptica suavidad, la maldad implícita en aquel viejo chiste del niño que llega corriendo a su casa llorando, y dice: “¡Mamá, mamá! ¡En el colegio me llaman cabezón!” a lo que, consoladora, su madre relativiza: “Tú no hagas caso, hijo. Eso es envidia. Anda, que son las 3. Sube al monte y dale sombra al pueblo”.

Datos técnicos.-

Vlade. Tebeo con formato de comic book; con técnica JUAN PALOMO, obra Enrique V. Vegas (laureado en macrocefalias), con color de portada de JUAN M. VICENTE. Diseñado por JUAN FRANCISCO MOTA. Coordina, otra vez: JUAN IVÁN ARGIZ. Editado por DOLMEN, línea (otro bingo) SIURELL, cosecha 2007. ISBN: 978-84-96706-66-8. Las 34 páginas salen a: 2,5 euros. B/N.

De qué va.-

Mosqueados porque Vlade les revienta las PARTYS, los vampiros se confabulan para liquidarlo, o reducirle el tarro, lo primero que ocurra. De paso, intentan obtener la fórmula del VAMPISOL (fabricado por el PRIMO DE ZUMOSOL, suponemos, en días no lectivos), lo cual les permitiría, como a Vlade, caminar de día y ver tías en TOPLESS playero. (Encomiable objetivo vampírico: ¿qué fue del iterativo dominio del mundo? Desde que nos gobiernan iconoclastas, ni los clásicos se respetan). El secreto se guarda en un arcano ataúd. Vlade va justo de tiempo para fumigarse unos pocos e impedir que obtengan la receta. El ataúd contiene algo más que esa vetusta poción (esto va con segundas): ¡guarda una terrible revelación!

Material MINE MAKE MARVEL de melón desarrollado.-

Por haberlos enumerado en reseña precedente, no reincidiremos en la cumplida mención y detalle de los merecidos méritos (todos currados, ¿vale?) y la envidiable soltura de la línea de su estilo, que adornan el trabajo de Vegas, que de nuevo realiza una sesuda (sin segundas) adaptación sui generis del personaje marca MARVEL aparecido en LA TUMBA DE DRÁCULA: BLADE, el cual, si la dislexia no nos traiciona, fue concebido por MARV WOLFMAN y GENE COLAN, durante los 70 tardohippies. Aquel Blade era inglés y tenía toda la traza y la jeta del masivo actor negro (¿sabían ustedes que la raza negra ha desaparecido? Sí, sí, igual que el DIDO, los ATLANTES y los LEMURIANOS; los han reemplazado unos paganos llamados “subsaharianos”) YAPETT KOTTO, de recuerdo permanente en nuestra retina por su aparición en ALIEN. Introducimos este dato por si a alguien le cuesta trabajo ubicarlo/recordarlo (era el negro entre tantos rostros pálidos.)

También iba con una bandolera llena de cuchillos de madera (¡cópiatelo!) con los cuales hendía los putrefactos corazones vampíricos, dándoles su merecido fin. Tenía unas diferencias con DRÁCULA, por aquello de su madre (la de ERIC, alias Blade), entre otras próximas defunciones.

Vegas se detiene en la potente reseña cinematográfica protagonizada por WESLEY SNIPES, quien junto a otro de esto de los tebeos, DAVID S. GOYER, revitalizaron al personaje, arrancándole las caducas paridas Mine Make Marvel (el rollo existencialista barato y los diálogos penosos y estridentes) dándole más densidad, carisma e interés, quemando licencias a todo trapo, y que, en ciertos momentos (WISHLER) chirriaban tanto como el material en el cual se basaban. En concreto, el madrileño, con su sello distintivo de profundidad y cameos de felpa, adapta los filmes primero y segundo de esta trilogía.

Instinto a la sombra de un cabezón.-

Someramente, hemos esbozado algunas virtudes que Blade (las películas) posee. Otras a destacar pueden ser que revitalizó la gastada iconografía vampírica y la figura misma del vampiro y lo lanzó a la actualidad de los CDs, INTERNET y las pistolas de munición mutante, con lo cual una segunda oleada de vampiros serpentearon por nuestras salas de cine y planchas de tebeos, a este o el otro lado del IMPERIO DEL SOL NACIENTE (ahora podríamos barrenar sobre la leyenda del vampiro, mitología e historia; señalar que el Drácula de STOKER –aparte de ser una analogía sobre las infecciones y contagios [y, en especial, las enfermedades venéreas: Stoker compuso la obra mientras se moría víctima de la sífilis]- fue un rollizo fracaso hasta que BELA LUGOSI decidió encarnarlo con su traza de noble decadente, y que luego ese cliché barrenó tanto en su imagen que lo condujo al borde de la extinción; que, no obstante, películas como LOS VIAJEROS DE LA NOCHE - KATRYN BIGELOW, años 80- trataron de arrancar del musgoso mausoleo y el putrefacto ataúd transilvano al NOSFERATU cazado implacablemente por el desmedido/desmesurado ANTHONY “VAN HELSING” HOPKINSDrácula, de FORD COPPOLA- ataviado con la elegante capa de forro rojo y los impávidos rasgos, ora de CHRISTOPHER “CONDE DOOKU” LEE o VINCENT PRICE, pero sin duda alguna todos esos datos carecerán de interés para el lector).

Vegas posee un talento que, en esta obra, detona con llamativa energía: logra hallar la escena debida para parodiar, sabiendo sortear la parva y eludir el escollo de equivocarse de secuencia. También para su ibérico Vlade (y el nombre no es tan de guasa como pudiera parecernos: ¿acaso Drácula no era VLAD III? Vegas lo ha terminado en “e”; pero ¿no hubiese sido mejor hacerlo con “i”: Vladi?) ha encontrado qué material merece destacarse y cual no, incorporarlo y, de nuevo hacerle la síntesis. Y esto no es huera virtud.

También es cierto que el material original se lo ha puesto a huevo (carece de una iconografía tan vasta, espléndida y desarrollada como la de STAR WARS). Una primera lectura ya nos indica que este Vlade con puntazos de comedia de PACO MARTÍNEZ SORIA o de CINE DE BARRIO, en general, está mucho más cuidado (más aprovechado) que la parodia recientemente reseñada. El número de aciertos es mayor. El personaje está más desarrollado (dentro de su simplicidad, pues aquel en el que se basa tiene trayecto limitado: es un cachas de ébano cabreado a perpetuidad, matavampiros, sin vida privada/íntima y con un problemilla de adicción a la hemoglobina.)

De nuevo, Vegas nos deja esa intensa sensación de que va a ser el sustituto de FRANCISCO IBÁÑEZ (al cual Dios -¡toma! ¡Otra palabra polémica de alta intensidad!- nos mantenga ingenioso y con buena salud muchas décadas más), porque su mordiente satírico (en proporciones SOFT de buen gusto) es muy similar. Queda, para justificar esta impresión, el ya señalado handicap de la obra particular que Vegas conciba, su SUPERLÓPEZ macrocéfalo (dado que a las hipercefalias tanto aprecio tiene), y que nos permita respirar tranquilos.

Cameos a troche y moche.-

En cantidad que rebasa los 20 dedos de este scriptor, que es lo máximo que puede contar. De nuevo, en gran número sobre los guiñoles de JIM HENSON (BARRIO SÉSAMO) y la influencia GROENING, que marca su pauta paródica. No obstante, hay una pequeña tara en este sentido satírico. Quizás a Vegas le convendría echar un vistazo a MARSHAL LAW (de PAT MILLS y KEVIN O´NEILL, pero esto ya lo sabe el lector), porque su Vlade tiene momentos en que esa mala uva (certera, por ende) hubiese redondeado el resultado.

Detestamos tener que hacer referencia al extenso protagonismo/cameo de ese actor greñudo, zafio y pesado que Vegas destaca con aparente afecto por fobia personal de este scriptor.

Recapitulando.-

Mientras que LOS CABEZONES DE LAS GALAXIAS atrapaba nuestro interés y se ganaba nuestra simpatía por su trazo vivaracho, Vlade lo hace por su conjunto: dibujo y guión. Se gana un 10 auténtico, y no llega al 20 debido a su brevedad. La historia pedía más planchas. Quizás, unas páginas más le hubiesen logrado el HONORIS CAUSA. O igual lo hubiesen malogrado, así que mejor, madrecita, que me quede como estoy, según inspira la sabiduría popular. Pero se intuye: quedó tralla buena en el tintero.

Enrique V. Vegas ha logrado combinar el más dinámico ejemplo del MAINSTREAM americano (y sus guiños al MANGA) con la cómica excentricidad de nuestros inestimables MORTADELO Y FILEMÓN (a quienes Dios –que por decreto se ha hecho impronunciable e innombrable, indeseable-, como a su autor, nos mantenga muchos años). Y quizás eso, junto con las dotes ya destacadas, hagan tan apreciable su labor, y aunque el tema de los cabezudos no sea genuinamente suyo, ha logrado, no obstante, ceñirlo como sello legítimo de su talento.

Lo mejor.-

A destacar, otra vez, los bocetos a lápiz.

La página.-

La 7. Dinámica.

La viñeta.-

La primera, página 8.

La frase.-

-La verdad es que parecía un poco como de peluche.

Lo peor.-

¡El cameo del actor de marras!

Vlade, de Enrique V. Vegas
T. Dolmen Editorial: Siurell, Palma de Mallorca, diciembre de 2007
Formato: Comic book, 32 págs., blanco y negro, 2,5 euros

Texto promocional editorial:
“Nuevo cómic de Enrique Vegas de la mano de Dolmen en su línea Siurell.
En esta ocasión le llega el turno a Vlade, la reedición de su parodia del Cazador de Vampiros realizada en su día para Dude, en el que es uno de sus trabajos más divertidos.”

Reseña de Antonio Santos
Tebeosfera recibió servicio de prensa de T. Dolmen Editorial

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