martes, 26 de febrero de 2008

LA COSA DEL PANTANO de WEIN y WRIGTHSON

LA COSA DEL PANTANO – GÉNESIS OSCURA (ETAPA LEN WEIN-BERNI WRIGTHSON). EL PERVERSO EFECTO DE LA RESURRECCIÓN

Por Antonio Santos
(de su serie La voz en el desierto, entrega 38)

Aunque no están los tiempos para destacarlo, barrenados por el laicismo histérico sobre la serena aconfesionalidad de nuestro Estado, y la materia prima de esta historia proceda de un elemento harto impopular (la religión), la obra que reseñamos explora el aspecto macabro de la reencarnación y la resurrección, mediante la ciencia o la brujería, parábola de corte vegetal que recurre para defender sus tesis al vasto elenco de mitos de las leyendas y supersticiones, de los monstruos inmortalizados en celuloide por la UNIVERSAL (y aglutinados en clave de homenaje en VAN HELSING) o bien plasmados en la literatura gótica.

Datos técnicos.-

La Cosa del Pantano. Génesis Oscura. Tomo que acoge los 10 primeros números editados por DC COMICS en HOUSE OF SECRETS, número 92 y SWAMP THING, núms. 1-10, respectivamente, años 1971-1974. Impreso por PLANETA DE AGOSTINI, año 2006, sobre material publicado en 1992 en la LÍNEA VÉRTIGO. Tétricamente escrito por Len Wein; macabra y cavernosamente dibujado y entintado por Berni Wrigthson. Coloreado (¡craso error!) por TATJANA WOOD. Traduce: RAQUEL ADANERO. Le enmienda la plana: MAGIC PRESS SRL. Prólogo de Wein (donde ventila sus recuerdos y se queja de lo adulterado que está el término Swamp Thing), año 1991. Contiene 240 páginas. ISBN: 978-84-674-3472-9. Tapa dura, duro precio: 16,95 euros. Guest star: BATMAN.


De qué va.-

ALEX HOLLAND y señora, LINDA, reputados cerebritos, están en un tris de solucionar la pandemia del hambre gracias a su fórmula espectacularmente regenerativa. Aunque el suyo sea un encomiable espíritu altruista, el Gobierno americano intuye negocio y cuida sus patentes. Recluye a la pareja en un putrefacto pantano en BAYOU COUNTRY, bajo la tutea del agente especial MATT CABLE, un tío paliza tipo CORONEL TRAUTMAN, el de RAMBO. El experimento Holland concita la codicia de una siniestra organización (EL CÓNCLAVE), que ante la obstinada negativa de los Holland a vendérselo, toma represalias mortales.

De ellas emerge algo más que un monstruo: la atormentada alma de un hombre dentro de un enfangado aspecto, impregnado de los logros de su hallazgo. Su odisea habrá de lanzarlo por medio mundo, penetrando en un plano de horrores góticos, supersticiones vivientes y visitantes espaciales, una constante en la vida de la asombrosa criatura musgosa.

El revolucionario que surgió de la marisma (sin chistes de rocieros, ¿eh?).-

Pero, por encima de los influjos y referentes destacados, esta cautivadora narración captura, entre su légamo, un marcado acento H.P. LOVECRAFT, resultando, en su conjunto, un grandioso homenaje a su obra. Así, en ARCANE, archienemigo de la Cosa del Pantano, que refunde en su malvado y maltrecho ser todos esos horrores viscerales, vemos a HOWARD WEST, REANIMADOR (sí, sí, hay pelis al respecto), mientras que en el capítulo 8 refieren sobre las tentaculares pesadillas amorfas estelares tipo CTHULUH.

Porque los mitos clásicos (LA BRUJA, EL FANTASMA, EL MUERTO, EL LICÁNTROPO… ¡caramba, esto parece la casa del terror de la feria!), a la altura de House of Secrets estaban ya más que quemados. Pulidos más allá del tuétano tras siglos de manoseo. Por ende, la diabólica conjunción de títulos cocinados por BILL GAINES en la mitológica y perseguida EC COMICS, en complot con el pillastre de AL FELDSTEIN, ya habían barrenado tanto que era imposible seguir explotando el filón. (Esto puede verificarse en la BIBLIOTECA CLÁSICOS DEL TERROR, las cuales, como un reseñista observó con agudeza, son historias que están muy bien leídas a sorbitos; de sopetón, estragan. Empero, ¡cosa fina es!). El fantasma andrajoso y el engendro del sótano seguían matando, pero de tedio. Así que, como en su momento hiciera POE y Lovecraft, Wein y Wrigthson renovaron el concepto. Tiraron a la apestosa vieja bruja al fuego, en plan HANSEL y GRETTEL, y rebuscaron en sus pesadillas horrores nuevos: robots y alienígenas (que le permiten a Wein explorar las facetas xenófobas del alma humana), científicos/brujos chalados, peripatéticos hombres reciclados con cadáveres, jóvenes hombres lobo setenteros y el terror informe allende las estrellas mezclados con los trasgos de leyendas y supersticiones clásicas. Mientras, Wrigthson lo plasmaba con tradicional, casi perdido, arte ilustrativo. Porque donde radica la fuerza de la Cosa del Pantano es, sin duda, en la labor del aventajado alumno de FRANK FRAZETTA, que había aprendido a dibujar por correspondencia. Devora la ilustración decimonónica (CRUIKSHANK, DORÉ…), derramándolo todo en las planchas tenebrosamente entintadas a pincel. No obstante, la cadencia de salida de los números, cada 2 meses, era agotadora para el ilustrador. (La cachaza y detallismo de Wrigthson también son legendarias).

(PETER STRAUB y CLIVE BARKER –por citar dos- fueron de lo mismo, fracasando. STEPHEN KING, adicto a la EC, a Swamp Thing, sería, pese a barrenar en todos los clichés del género, el Gran Innovador. Y es que en América no tienen los ascos clasistas que padecen por el tebeo nuestros literatos patrios -¡ahí va! ¡Palabro polémico!-, algo que sus eminentes señorías, algunos de los 400 DEL MANIFIESTO, deberían hacerse mirar.)

Sobrevolando una etapa triste: el cine y la TV.-

De su versión en pantalla grande de los 1980 (WES CRAVEN), destacar a la entonces exuberante ADRIENNE BARBEAU, en un CAMEO de Matt Cable o algo parecido, y el cutre traje de hombre rana del protagonista. Sembraría la espeluznante “secuela” y la aún más terrorífica serie de TV de los 90. Un ejemplo: Arcane es un ambicioso ejecutivo histérico con incipientes dotes paranormales, rodeado de sicarios habituales de EL EQUIPO A o EL COCHE FANTÁSTICO. Su cohorte gráfica, esa legión de criaturas pavorosas confeccionadas con retales de la morgue, no aparece ni en pintura. Todo está desaprovechado, limitado, prisionero de un espíritu inmaduro, timorato, cicatero.

Al menos, tiene novia.-

Lo cual, en estos tiempos en que ser heterosexual es harto reprobable y políticamente incorrecto, además atenta contra el espíritu del lenguaje genérico no sexista, no excluyente, no racista, siendo por añadido machista y nefasto. Su parienta es la oveja blanca de los Arcane: ABIGAIL, sobrina de Arcane, tan exótica con esos mechones blancos estilo NOVIA DE FRANKENSTEIN. Alegra el día al humedecido héroe/monstruo, a un paso siempre de las tenebrosas dimensiones oscuras. Pero esto será en la saga de ALAN MOORE (hacía tiempo que no lo mencionábamos) quien, con su instinto a lo TIM BURTON de concebir, originó una nueva parafilia y se explayó a gusto explorando las dimensiones místicas y paranormales (en plan DOCTOR EXTRAÑO) tan de su afecto. Pero sin desmerecer un ápice su labor (LECCIÓN DE ANATOMÍA), debemos reconocer las sólidas raíces profundas sobre las cuales florecía su ingenio. Imprimió su singular giro a la caterva de enemigos de la Cosa del Pantano pues, de otro modo, ¿cómo tomarnos en serio a EL HOMBRE FLORÓNICO?

¡MARVEL se apunta!.-

El bombazo que supuso Swamp Thing obligó a la CASA DE LAS IDEAS (en esto, cortita de ellas) a parir EL HOMBRE-COSA (¡vaya cosa de hombre!) cuya génesis calca de la de Alex Holland hasta el último renglón. ¡TED SALLIS, sin embargo, hace por destacarse, más que todo, para evitar juicios por plagio! Al margen de las exploraciones, parábolas y homenajes que constituye Swamp Thing, MAN-THING es un aborto sacacuartos para los MARVEL ZOMBIES (que, al parecer, son como los lucios: se lo tragan todo, por inmundo que sea, mientras sea Marvel) que incendia por contacto a sus víctimas, siendo el catalizador el miedo. (Anótatelo: la reciente adaptación al cine de este personaje es tan original que copia, entero, el argumento de Lección de anatomía, elementos indígenas al margen.)

Recapitulando.-

DARKMAN, de SAM RAIMI, será la siguiente plasmación de la tragedia gótica elaborada por Wein y Wrigthson, del modo que HELLBOY, del singular MIKE MIGNOLA, entre otros más desafortunados, semeja una moderna secuela de la exploración de los mitos terroríficos y leyendas que hace La Cosa del Pantano.

Este tomo es una obra indispensable para el lector amigo de la calidad. En esta era agotada y sombría de guionistas telegráficos (AZZARELLO), de viñetas amedrentadas por la plaga patológica de lo políticamente correcto (que las puedan interpretar) y sagas argumentales dilatadas hasta la transparencia, abruma la concentración de calidad y talento que alberga la obra reseñada. La editorial ha sabido estar a la altura y lo ha forrado de calidad y dignidad, también por fuera, distinta, a aquella más básica, del extinto y añorado DOSSIER NEGRO, donde nos dieron de conocer a Swamp Thing.

No obstante, objetamos un pero. Este scriptor posee la edición de TOUTAIN de los ochenta, en B/N. Wrigthson es más terrorífico, dimensionado, profundo, pesadilla en papel, en B/N. En este caso, el color es un velo, una tara maligna que diluye el horror que trata de plasmar.

Una vez más, la paleta cromática se la juega a Wrigthson.


Lo mejor.-
Sin desmerecer a Wein, el trabajo de Wrigthson.

La página.-
Entre las muchas, la 15, capítulo 8.

La viñeta.-
La 3, página 3, capítulo 2.

La frase.-
«…para ser nutrido y alimentado como desgraciado embrión dentro de un útero oscuro lleno de lodo…»

Lo peor.-
El añadido del color.
¡El traumático cerril de Matt Cable!


Reseña de Antonio Santos

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