domingo, 2 de diciembre de 2007

REVISTA DE PRENSA

Repaso a las viñetas en la prensa 1: La última semana de noviembre.

Leemos esta semana algunos periódicos aquí en Sevilla y vemos que, en ellos, la presencia del cómic y lo de las viñetas es así como constante, ¿no?, y da para ir haciendo nuevos comentarios sobre su presunta normalización en el discurso periodístico, primero, y en la cultura en general, después.

Pues vamos a ello.

Primeramente quisiera remarcar que, finalizado el mes de noviembre, habiendo esperado el mes prudencial de decoro, hay que subrayar que desde que El País cambió su molde, el día 21 de octubre, y eliminó de su tripa a Máximo, no ha habido explicación alguna sobre su partida salvo la de que "no encajaba en el nuevo diseño". Permítanme expresar mi enojo sobre este particular. Máximo ha sido durante 30 años uno de los emblemas icónicos de la prensa libre en España. Este humorista gráfico inconmensurable e indiscutible, ayudó a configurar el imaginario público del desarrollo democrático español durante la transición en varias publicaciones y, sobre todo, con gran fuerza en su pequeña atalaya recuadrada del diario de la mañana El País, y precisamente desde el mismo día de su nacimiento. Libros suyos como Este País dan fe de que la mirada satírica inteligente del autor iba desfibrilando los cuarenta años de dictadura mientras los que pactaron en la Moncloa miraban hacia otro lado para retorcer la memoria histórica que hoy intentan enderezar. Máximo, mejor que ninguno, más que nadie (y no me saquen a Peridis, y no me mienten a Forges) 'dibujó' España y su naciente Monarquía, y la desdibujó con sus miedos, deudas y dudas; y la siguió paso a paso con el escalpelo del que se atreve a dibujar a Dios estólido o al Rey redactando el diario de la confusión.

¿Por qué El País no se ha dignado a emitir un comunicado, sito en su propia sección o comentado en la sección del Defensor del Lector sobre esta despedida? ¿Es esto lo que merece un profesional con 30 años de ejercicio intachable? ¿Es ésta la nueva 'silenciosa' filosofía editorial del nuevo El País? Que ha habido peticiones es seguro, en su propia web (algunas, eliminadas a día de hoy) y en otros foros [véase]. Pero nadie se ha pronunciado oficialmente sobre la marcha de Máximo y sorprende que los propios medios especializados en historieta y humor gráfico no se hayan manifestado contra este hecho, que quizá atente más directamente contra la 'libertad de expresión' que otros: Manel F. sigue expresándose, al igual que Guillermo; Máximo, no, y no sabemos porqué no.

Si
milar caso ha vivido Lombilla, humorista gráfico de El País / Sevilla, también sin pelos en el lápiz y crítico hasta con San Chaves, que desde la transformación del diario y por volver éste a crear un encarte independiente para la información local no ha recibido encargos del diario. Sin explicación concreta del porqué y un conciliador "Ya te llamaremos". Suele ser una estrategia funcional la de no pronunciarse, luego, una vez el tiempo amohína la impaciencia. El medio no peca de falta de progresía y a uno lo dejan en la duda. Pero si esto apunta a la 'normalización' de contenidos en relación con el humor gráfico, El País viene a demostrar que el humor gráfico en España les importa un bledo. Está claro que el diario ha mejorado en algunos aspectos desde que falleció Polanco, pero en éste ha demostrado muy poco tacto.

A la historieta, no obstante, parece que la quiere más. El domingo todos nos desayunamos con la doble página dedicada a Carlos Giménez en El País. Álvaro Pons y Borja Hermoso anunciaron el lanzamiento del nuevo libro de este autor madrileño centrado sobre la guerra civil española, que además obtuvo llamada desde la portada del diario. Excelente. Hombre, ni Hermoso ni Pons profundizaban en la obra, pero es muy de agradecer esta gran presencia de la historieta de calidad en la prensa.


El lunes algunos diarios recogieron la noticia, ya algo pasada, de la aparición de una biografía sobre Schulz que dejaba al padre de Snoopy deprimido sobre la caseta del perro. Este estudio, de un tal Michaelis, se tuerce según la familia hacia los aspectos más íntimos de la trayectoria profesional del dibujante de tiras, uno de los más queridos en todo el mundo, mostrándolo como un autor amargado, depresivo y adúltero. Michaelis dice que esto lo deduce de unos papeles que ha encontrado en el archivo personal del autor y de lo que se extrae releyendo las 17.987 tiras de Peanuts. Ah... El periodista, Pablo Ríos, indica que Shulz fue uno de los dibujantes mejor pagados del mundo y un "icono de la cultura (obviemos esta vez la acotación popular) norteamericana". Hum ¿por qué "esta vez"? ¿Si un producto cultural no tiene tanta difusión o éxito ya pasa a ser popular?

El lunes nos 'sorprendió' la columnita, en Diario de Sevilla, en la que se hacían cuentas sobre el festival en torno al cómic que organizó Veleta el fin de semana anterior. Rezaba el titular: "Más de 13.000 visitas al Encuentro del Cómic y la Ilustración". Y añadía que la cita sevillana con la historieta "colgó el cartel de completo". La noticia la sirve EFE y es evidente que reproduce un informe emitido por la propia asociación Veleta diligenciado por la Diputación. La prensa se ve 'obligada' a reproducir los informes de prensa institucionales hasta cierto porcentaje que corresponde a la sección de cultura y ocio y éste es un caso ejemplar. Porque los periodistas no fueron a contrastar las cifras. Sobre las mesas redondas y conferencia asegura que destacaron "por sus buenos números de asistencia". Pues vale. A Guillermo, el de la portada de El Jueves multada y foco de todas las miradas y polémicas la semana anterior fueron a verle 14 personas. Catorce. A Pacheco, al día siguiente, ¿cuántos? ¿23 se quedaron? Y en la interesante charla psiquiátrica sobre Batman ¿también se colgó el cartel de completo? Vamos, por favor..., mientan con eufemismos algo más elaborados. Con todo, digno es de reconocer el buen montaje de exposiciones, el relumbrón de estrellas como Hitch y Max, y la maña del dire de la cosa para auparse al puesto de gestor cultural, cuasipolítico, que ya ocupa en Diputación. ¡Buen trabajo! La reflexión que queda es la que apunta muy perspicazmente Juanma Castillo en su nuevo blog [laantorcha.wordpress.com]
: que esto ha dejado de ser un "encuentro del cómic" para convertirse en un episodio de animación sociocultural como otros que se suceden durante el otoño sevillano. En lo de Veleta, lo que es sobre cómics, se hace cada año menos y lo que se hace dista mucho de atraer al público (la promoción del evento ha sido mínima incluso en Sevilla; mejor dicho, nula). Lo que ha primado han sido los talleres, las plataformas cantantes, los ejercicios de disfraz y transformismo, los videojuegos y otras animaciones infantiles acaso entroncadas con la historieta de refilón. Pero de ahí a concederle el mérito de promocionar el medio "completando la oferta comercial", como reproduce EFE, dista un cacho. Con lo cual que uno ya reflexiona si realmente lo de los festivales en torno a la historieta ayuda a la 'normalización' o sólo concibe un vericueto por el que intentar asomarse a algún puestecillo en la administración y volverse pesebrero.
Ah, enhorabuena a Veleta por las cifras. Sí, sí, 13.000. Seguro. Pero, seguro ¿eh?
Cualquier les dice que no ahora que capitanean lo de la Academia y tal. Quita, quita. Normalicémonos con ellos.

El País, el mismo lunes 26, promocionó la exposición sobre La Guerra Dibujada (en el Pabellón Hassan II, tal dictador) como "Juegos de rol" en referencia a los que luego había organizado Veleta para advertir de lo poco recomendable que es la guerra. Comprensible: el titular se refiere a lo más 'normalizado', los juegos. En este caso no hay error, aunque el dossier de prensa le va a salir a Veleta rarillo este año.

El martes, tanto El Correo de Andalucía como Abc de Sevilla comentaban la peli basada en tebeos El castigador. La segunda. Eran benévolos y uno le daba una estrella y el otro dos. Ninguna se merecía aquel bodrio. Ambos comentaristas citan a la empresa fuente como "la Marvel". Que es como decir "la Pantoja", muy de la calle.
Ese mismo día, Abc dedicó doble página al tema de la vulneración del horario de protección infantil por parte de las televisiones españolas. 9.000 vulneraciones en 14 semanas. Uno de los espacios advertidos, informa Mercédes Benítez, fue "Detective Conan", ánime basado en manga, porque en un capítulo salía una escena de suicidio. Pues ahí queda el dato. Aunque no olviden, señores advertidores, que esto es ficción, algo que los muchachos saben discriminar mejor que los adultos. Mientras que los suicidios, apaleamientos, palizas, crímenes, desgarramientos, estrangulamientos, desangramientos, descuartizamientos, incluso muertes por explosión que aparecen en horario infantil a lo largo de todo el día, en el MUNDO REAL, no parecen ser tan tenidos en cuenta. Qué torpes: si es dibujado es nocivo, si no, al niño no le afecta. ¿En qué mundo viven?

Me encantó el espacio que le dedicaron al humor gráfico elmiércoles 28 en El Mundo. La noticia se refería a las elecciones en Rusia, país donde pese a la caída de la dictadura soviética sigue habiendo recorte de libertades. Putin el inconmensurable se ha topado con una campaña inédita, que utiliza las viñetas satíricas para sacudir conciencias. Se hace mediante libritos con tiras y viñetas de humor gráfico enfocadas mayormente a satirizar ácidamente las figuras de Ziuganov y del líder del pardito Rusia Unida, Putin. El libro lo ha editado el actual Partido Comunista para llamar la atención, pero no parece que informe sobre sus autores, dado que El País no menciona a ninguno, aunque reproduce sus viñetas. El periodista, Daniel Utrilla, recuerda en un último párrafo la tradición del humor como arma propagandística en la zona soviética, y -ahí sí- rememora figuras rusas descollantes de este medio: el mítico Boris Efimov, toda una leyenda vida, y el cartelista Kukriniksi, que ridiculizaba a los nazis. Hombre, faltan aquí cientos de grandes humoristas, incluidos los que han participado en este libro del PC. Pero cualquier se pone a documentarse sobre eso, que ni está en la Wikipedia ni nada...

El País del miércoles dedicó el espacio de 'Almuerzo con...' en última página (bajo la Lindo) a un autor de historietas, Francisco Ibáñez. Esta sección, que pretende ser entrevista quedándose en cuestionario, la lleva Inmaculanda de la Fuente y a mí no me suele gustar. Sobrevuela con ligereza lo más veleidoso e insípido de cada personaje. Y aquí se ha topado con Ibáñez, el autor de cómics que más superficialmente ha hablado de sí mismo siempre, reinterpretando a un personaje que se suma a los muchos que ha creado para la historia del cómic humorístico español. Pero el texto se deja leer, se vuelve a insistir en el cincuentenario de Mortadelo y Filemón y habla de su adicción por el tabaco. De la Fuente nos regala una perla inédita sobre el inicio de la trayectoria profesional de Ibáñez, que a los 14 años: "Empezaba a publicar en algunos fanzines". Esto, antes de enero de 1958. ¡Inmaculadaaaaaaaa, píllame esos fanzines, que tienen que valer una fortuna! Madre mía, fanzines en 1957... Qué cosas.

El jueves y el viernes no detecté más cosas sobre cómics en la prensa. Y El Cultural sólo expresó algunas cosillas sobre Beowulf que yo ya había comentado (aunque no se les ocurrió hablar de Neil Gaiman, autor del guión). Pero el sábado adquirí alborozado Público, el periódico de Ignacio Escolar que pasa por ser, hoy, el que más mima al humorista gráfico y al historietista español. Así es. En sus páginas dibujan: Manel F. (con la viñeta de opinión en la sección En Portada), Pepe Medina (con la viñeta "El Solar" en Opinión), el argentino Nik (con su tira "Gaturro" en la sección Niños), el prolífico Vergara (con la tira "Piso para Cuatro" en Pasatiempos), el no menos rápido Mauro Entrialgo (con la tira "Plétora de piñatas" en Comunicación) y Santi Orue con una viñeta de tema deportivo en la última. Seis, nada menos que seis autores dibujantes en un mismo diario, ¡y todos reproducidor en color! Y eso sin contar los ilustradores José Luis Merino, Gustavo Otero, Trebol y el envanecido Miquel Barceló, autor del 'logo' de portada, por el que les ha debido de cobrar una pasta, ¡ja!
Hay que aplaudir a Público, un periódico eminentemente visual, con gran carga de imágenes y ligereza de textos, también muy 'cercano' al lector convencional por su periodismo literario, en el que se lanzan titulares como "La calle mide el grado de cabreo en Cataluña", o "El carné por 1 euro al día pincha por la precipitación dela DGT", así, a pelo, sin cursivas ni nada (sí, 'cercano' es una alusión a 'los gratuitos' y a 'lo gratuito'). Pero mira tú por dónde, son los únicos que te sacan en portada y destacada una noticia sobre cómic. El sábado: "David Aja, español en y en la Marvel"
. Dentro, casi doble página sobre lo de Aja, que incluye minicuestionario, reproducción de un texto promocional de un editor de Marvel, y comentaro de Peio H. Riaño, comentarista ligado a este diario para los asuntos de cómic (también recensionada Hieronimus B, de Dibbuks).
Lo de "la Marvel" vienen en portada, sí. Cuando hablen de lo de aquí pondrán "la Panini" o "la Astiberri". Supongo.


Por último, quisiera comentar que el Yo Dona que sale con El Mundo los sábados se benefició el día 1 con la dirección de Inés Sastre, como todos saben, espigada modelo y esforzada pero negada actriz, que nos regaló con una lista de regalos (elegidos por ella misma, ojo) entre los que había libros, discos y tebeos. ¡Tebeos! A lo mejor la Sastre, por haber vivido en Francia, le ha cogido el gustillo a la BD. Hum, sospechoso. Porque uno de los recomendados ha sido Hacer cómics, de McCloud (Astiberri), título raro de recomendar por cuanto es un manual didáctico. Otros son más creíbles de haber sido leídos por la modelo: Bone, de la misma casa, Kiki, de Sinsentido, y La casta de los Metabarones, de Mondadori (el tochazo con toda la saga recopilada, más epílogo gigante y delicioso).
También recomendaba Historia de la fealdad a cargo de Umberto Eco. No es un tebeo, pero habla de cómo evoluciona nuestro aprecio por lo feo, distanciándolo de un valor antitético de lo bello, y entra a diseccionar el valor de la deformación caricaturesca y la presencia de ciertas estéticas en ciertos tebeos (no falta Gould, pero sí una inmersión en la década underground).
Éste de Eco también lo recomiendo yo.


La imagen superior corresponde a la última viñeta de Máximo en El País. La inferior es un recorte del diario Público del día 1 de diciembre de 2007.

Opinión de Manuel Barrero

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