Por Antonio Santos
Periódicamente,
Datos técnicos.-
Ultimate: Iron Man. Saga de 5 números compilada en dos tebeos de grapa y aparición trimestral, guionizada por el enderita ORSON SCOTT CARD y dibujada sin salero ni esfuerzo por ANDY KUBERT y MARK BAGLEY. Los entintan: DANNY MIKY, BAT & JESSE PELPERDANG. Infocoloreado por RICHARD ISANOUE, DAVE MCCAIG & LAURA MARTIN. Traducido por JOSÉ MIGUEL PALLARÉS. Rotulado por FORJA DIGITAL. PANINI COMICS lo edita en estos lares con el singular formato de 27'6 x 18'2 centímetros. Valiosa información orientativa a cargo de JULIAN CLEMENTE sobre la tramoya tras tan imaginativa iniciativa y trama. El nº 1 sale a 3 euros y el nº
Borrón y cuenta nueva.-
HOWARD STARK, industrial interesado en la ciencia más revolucionaria, se encuentra embarcado en la concepción de una innovadora armadura tipo 'segunda piel' cuando le alcanza su divorcio y su ambiciosa esposa, en el acuerdo de separación, le sablea la empresa, entregándosela a su más directo competidor: ZEBEDIAH STANE, tiburón de las finanzas sin escrúpulos ni compasión. Para entonces, Howard ya tiene un rollo sentimental con la brillante investigadora MARÍA CERRERA y de su intimidad surge ANTONIO (o TONY para los amigos) STARK, maldecido con las inesperadas secuelas de las investigaciones de sus progenitores (término oficial que ha barrido la histórica de papá y mamá de los registros), obligándole a vivir confinado en la asombrosa coraza ideada por su padre desde el mismo momento del alumbramiento.
Asistimos a la caída de Stane y el auge de su mortífero retoño: OBADIAH (¿estos nombre son de santos mormones o Scott Card se los agenció en los CRISPIES?), así como al estreno de un joven, audaz y brillante Tony Stark al mando de las industrias familiares, inventor de una poderosa armadura de clarísima influencia MANGA, mientras su padre languidece entre rejas...
El blues de Tony Stark.-
Por si alguien lo ignora, el guionista es un reputado autor de ciencia ficción multipremiado (tiene tantos premios que le salen por las orejas) pero especialmente popular por
Y para este Ultimate: Iron Man, Scott Card se limita a actualizar la historia que le ha forrado de premios inyectándole elementos de culebrones como DINASTÍA o FALCON CREST, y de series de niñatos arios, ridículas e insustanciales, absolutamente fantasiosas. Ricos, divorcios, engaños maritales, empresas que cambian de dueño, herederos repelentes con mala uva... Y, de por medio, para recordarnos que es un tebeo, alguna proeza. Bueno, algún guiño, porque este Ultimate: Iron Man en sus 5 primeros números no deja de ser una SOAP STORY en plan CYBERPUNK, pero uno muy rutinario y muy lento.
Scott Card trabaja con ritmo de novela, con meticulosa lentitud planificadora, sin comprender lo dinámico que es el medio en el cual está ahora inmerso. El Editor USA, quizás buscando atraerse con semejante autor a los lectores de la denominada ciencia ficción dura, posiblemente a los TREKKIES incluso, sacrifica alegremente al gran delta de aficionados de siempre, un poco más básicos, si se quiere, que sólo pretendían evasión y sentían curiosidad por ver qué novedades podía aportar tan reputada firma, quedando totalmente defraudados.
Justo es admitir que Scott Card tampoco ha convertido este tebeo en un seminario sobre tecnologías revolucionarias. Pero, ¿es el autor más indicado para regenerar la serie? ¿Toda la línea Ultimate discurre con igual parsimonia, cargando las tintas en las figuras secundarias que no nos interesan? Pues de ser así, la próxima limpieza editorial sucederá mucho antes de lo imaginado.
Sólo en las últimas páginas del número 5 vemos algo (un pálido destello) de aquello que hace poco se denominaba 'acción al estilo Marvel'. Para no matarnos totalmente de tedio, los números anteriores contienen detalles no exentos de interés (la ubicación de la sede de STARK INTERNATIONAL, la nueva génesis de Tony y su debilidad, que ya no es cardiaca; su extraordinaria capacidad de regeneración; la profundidad como se trata la figura del padre, más allá de la del borracho tiburón empresarial de la saga clásica que despreciaba a su 'débil' primogénito; la supina maldad de los Stane -trasunto del inefable MORGAN STARK-, más creíble que los berridos de ciervo en celo y sus posturitas de los supervillanos habituales) pero tampoco terminan de convencer.
Scott Card quizás esté reservándose un gran golpe de efecto para los próximos números (dudamos de que así sea.) Pero ha demostrado ser demasiado estéril como para verle embarbascando a su Tony Stark pre alcohólico en una buena zurra estilo GERRY CONWAY o LEN WEIN, grandes escritores clásicos, a quienes no les importaba arremangarse y emporcarse, cosa que el ilustre Scott Card ni supone hacer.
¿Por qué hay un negro en la serie?-
Para cumplir la cuota racial, claro. Scott Card rescata a JAMES RHODES como amigo del alma de Tony, y ya que aparece un hermano en la serie tenemos contenta a la población de color. Y, de paso, da plasmación al chiste: ¿Por qué hay un Rey Mago negro? Pues para que cargue con los juguetes. El pobre RODHEY es el conejillo de Indias de las diabluras tecnológicas de Tony... el que carga con sus juguetes.
Andy Kubert se aburre.-
La labor de Kubert (autor que rápidamente se cansa de sus colecciones, las cuales suplica dibujar poco antes) no pasa de rutinaria, con momentos de desidia. La de horas extras que habrán hecho sus entintadores terminando sus planchas. Porque Iron Man es uno de los grandes del panteón de
También es dibujante de acción (recordemos su etapa en HULK con PETER DAVID), y acaba de toparse con guiones altamente descriptivos y lentos, sin movimiento. Por eso, deserta dejándole a Bagley la infinita gloria de transformar las palabras de Scott Card en arte. Se larga a DC (donde irá brincando en sucesivas series, hasta retornar a Marvel), estimando que allí aún recuerdan cómo son los tebeos donde se dan piñotes. Y él quiere estar allí para dibujarlas. Y si ha aguantado tanto, sin duda se debe a su sentido de lo profesional o a la pasta que gana en Marvel, especialmente.
Recapitulación.-
Según Scott Card:
«Intento buscar razones científicas para explicar lo que ocurre en mis historias. Es muy importante para mí: para concebir una historia, necesito creer que se trata de algo que puede ocurrir realmente.»
¡Bobadas! Pensemos en la preparación científica de STAN LEE. Seguro que leía un editorial pregonando: HALLADO NIÑO CON DOS CABEZAS EN JERSEY en uno de esos periódicos que van de OVNIs y fenómenos similares y se le iba la pelota a la velocidad de la luz o más rápido aún. Que tuviese o no coherencia, ¿importaba? Daba dólares.
Pero Scott Card es un selecto y necesita verlo para creerlo, en plan SANTO TOMÁS. ¡Pues vaya birria de escritor de ciencia ficción! Anda, que si decide escribir sobre viajes en el tiempo, tiene que esperar a palpar la máquina del tiempo para hacerlo. Vaya atraso. Entonces, todos esos premios que le dan, ¿se los gana o soborna al jurado para conseguirlos?
Generosamente, sin embargo, le concederemos el beneficio de la duda. Puede ser que a partir del sexto número se enmiende la cosa y finalmente estemos ante los grandes tebeos del siglo XXI, fecundados con toda la maravilla científica que no sólo convive actualmente con nosotros, sino que se intuye que se nos reserva, trocada en evasión de alto voltaje, grandiosa como jamás antes la hubiéramos visto.
La página.-
La sugerente portada del nº 1.
La viñeta.-
La sexta de la página 32 del segundo número.
La frase.-
-Nada es eterno, Tony. -Howard advirtiéndole a su hijo sobre la amistad.
Lo mejor.-
La falta de suficiencia que cabría esperarse dado su autor.
Lo peor.-
La insustancial trama.
La portada.-
Del segundo número: el negro teledirigido. ¡Lo que faltaba por ver!
Reseña por Antonio Santos, de su serie La voz en el desierto/ entrega 23
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