Por las luctuosas efemérides que celebramos en este 2006, y pese a que no hay un consenso generalizado, sin duda estamos en el año de la memoria histórica, en un tiempo adecuado para mirar hacia nuestro pasado con las herramientas del hoy e indagar de manera más cabal y menos crispada sobre lo que somos en función de lo que fuimos.
La misma idea que parece presidir en bastantes actuaciones en el seno de la cultura, en general, debiera presidir los ánimos de autores y editores de la historieta. Esto es una opinión personal, claro está, y aparentemente no muy compartida por el común de afición, no obstante están apareciendo algunos tebeos que se esfuerzan por lanzar miradas hacia nuestra guerra civil o hacia la II República y otros momentos de nuestro pasado, con cuentas aún pendientes pese al tiempo transcurrido. Incluso hay ayuntamientos y autores que han querido llegar hasta más lejos, mirar más atrás. Es el caso de los dos tebeos recientemente editados bajo la etiqueta 'Historietas de la Historia. La Murcia islámica' en la comunidad homónima, ambos obra del diseñador Manuel Martínez, historietista siempre muy valioso.
Estos dos tebeítos, titulados El rey lobo y Los últimos años de Madinat Mursiya, tienen su origen en un proyecto de relatar mediante viñetas la historia musulmana de Murcia que urdió el Jefe de Servicio de los Centros Culturales del Ayuntamiento de Murcia Francisco Franco Saura, quien coordina las obras junto a Carmen Sánchez Jodar. No se trataba de lanzar una línea de tebeos exclusivamente, sino de apoyar festivales y muestras sobre el pasado, como una exposición prevista para la inauguración del Centro Cultural de Monteagudo (que a fecha de hoy aún no se construyó) o como el VII Festival Internacional Murcia Tres Culturas, que está teniendo lugar ahora (hasta el 23 de julio). Dentro de este festival se está exponiendo la muestra titulada De musulmana a cristiana: Murcia en el siglo XIII, a la cual sirve de guía el segundo de los tebeos de los que hoy se habla aquí.
La misma idea que parece presidir en bastantes actuaciones en el seno de la cultura, en general, debiera presidir los ánimos de autores y editores de la historieta. Esto es una opinión personal, claro está, y aparentemente no muy compartida por el común de afición, no obstante están apareciendo algunos tebeos que se esfuerzan por lanzar miradas hacia nuestra guerra civil o hacia la II República y otros momentos de nuestro pasado, con cuentas aún pendientes pese al tiempo transcurrido. Incluso hay ayuntamientos y autores que han querido llegar hasta más lejos, mirar más atrás. Es el caso de los dos tebeos recientemente editados bajo la etiqueta 'Historietas de la Historia. La Murcia islámica' en la comunidad homónima, ambos obra del diseñador Manuel Martínez, historietista siempre muy valioso.
Estos dos tebeítos, titulados El rey lobo y Los últimos años de Madinat Mursiya, tienen su origen en un proyecto de relatar mediante viñetas la historia musulmana de Murcia que urdió el Jefe de Servicio de los Centros Culturales del Ayuntamiento de Murcia Francisco Franco Saura, quien coordina las obras junto a Carmen Sánchez Jodar. No se trataba de lanzar una línea de tebeos exclusivamente, sino de apoyar festivales y muestras sobre el pasado, como una exposición prevista para la inauguración del Centro Cultural de Monteagudo (que a fecha de hoy aún no se construyó) o como el VII Festival Internacional Murcia Tres Culturas, que está teniendo lugar ahora (hasta el 23 de julio). Dentro de este festival se está exponiendo la muestra titulada De musulmana a cristiana: Murcia en el siglo XIII, a la cual sirve de guía el segundo de los tebeos de los que hoy se habla aquí.
Entre ambos tebeos se opera la continuidad cronológica, de modo que El Rey Lobo debe leerse antes. Vio la luz después, pero nosotros lo hemos podido disfrutar en el orden adecuado. El Rey Lobo es un tebeo breve, de 12 páginas, donde se traza una crónica escueta de la vida conocida del primer emir murciano, Ibn Mardanish, apodado El Rey Lobo. Su continuación lógica, Los últimos años de Madìnat Mursiya, inicia su relato en 1172, cuando los almohades dominan el Al-Andalus. Resulta más vivo e interesante éste último porque ya entran en liza los reinos cristianos y el relato viene vertebrado por la gestión de Ibn Hûd, segundo y recordado emir de Murcia y un carácter de peso.
Las dos obras adolecen de los básicos defectos de este tipo de tebeos didácticos. Se trata de difundir historia con pinceladas de relato o, al menos, dotando de cierta dimensión heroica a los personajes sobresalientes. Raramente se consigue, porque el relato histórico, tan lato, exige muchas más páginas, tramas y subtramas, y todo esfuerzo queda reducido a recuadrar momentos, a hacer de alguna anécdota un episodio o bien reformular la historia mediante ficción. A la postre, se sintetiza todo con generalizaciones y miradas panorámicas (aquí, por ejemplo, los almohades son 'fundamentalistas', algo matizable y que deja a uno pensando en las ráices de las realidades nacionales).
En ambas obras salva la situación con éxito el dibujante, Manuel Martínez, que es buen narrador y mejor diseñador, beneficiándose el resultado de su limpieza formal y una economía de trazos francamente agradable. El guión de El Rey Lobo fue obra de Martínez, que se basó en datos y más datos aportados por Pedro Jiménez Castillo. Poco iba a hacer en 12 páginas, pero se permite el lujo de construir, en medio del cuadernillo, una historieta reminiscente de las de Bruguera para fabular una suerte de desdichas de Ibn Abd Allah que es deliciosa. Su mayor desliz en El Rey Lobo radica en que, pese a que se narra la historia con referencia a Mardanish, éste aparece lejano, casi anónimo, y eso resta consistencia al conjunto. Por lo que toca a Los últimos años de Madìnat Mursiya, la calidad de impresión empeora, pero mejora todo lo demás: el diseño general del tebeo, la composición de las páginas por Martínez (ahora son el doble) y el guión, que en esta ocasión es del historiador Jiménez Castillo. Pues sí, aunque uno se teme lo peor, el historiador urde un relato consistente, aquí conducido por el ladronzuelo Algaxatí, que combina humor, aventura y personajes reales y que resulta legible y ameno. Se entrecruzan rigorismos y erudiciones con las que se tropezaría cualquier lector, pero son necesarias para ir aprendiendo la historia de Murcia. El resultado es notable, con un Martínez aquí más Max, muy sintético y capaz de viñetas simbólicas para representar toda una gesta que dejan muy buen sabor de boca.
En ambas obras salva la situación con éxito el dibujante, Manuel Martínez, que es buen narrador y mejor diseñador, beneficiándose el resultado de su limpieza formal y una economía de trazos francamente agradable. El guión de El Rey Lobo fue obra de Martínez, que se basó en datos y más datos aportados por Pedro Jiménez Castillo. Poco iba a hacer en 12 páginas, pero se permite el lujo de construir, en medio del cuadernillo, una historieta reminiscente de las de Bruguera para fabular una suerte de desdichas de Ibn Abd Allah que es deliciosa. Su mayor desliz en El Rey Lobo radica en que, pese a que se narra la historia con referencia a Mardanish, éste aparece lejano, casi anónimo, y eso resta consistencia al conjunto. Por lo que toca a Los últimos años de Madìnat Mursiya, la calidad de impresión empeora, pero mejora todo lo demás: el diseño general del tebeo, la composición de las páginas por Martínez (ahora son el doble) y el guión, que en esta ocasión es del historiador Jiménez Castillo. Pues sí, aunque uno se teme lo peor, el historiador urde un relato consistente, aquí conducido por el ladronzuelo Algaxatí, que combina humor, aventura y personajes reales y que resulta legible y ameno. Se entrecruzan rigorismos y erudiciones con las que se tropezaría cualquier lector, pero son necesarias para ir aprendiendo la historia de Murcia. El resultado es notable, con un Martínez aquí más Max, muy sintético y capaz de viñetas simbólicas para representar toda una gesta que dejan muy buen sabor de boca.
Sería una lástima que este tipo de producciones no queden al alcance de la masa lectora, pese a que de ambos se han editado 3.000 ejemplares. Es verdad que tratan de temas locales, pero la Historia nos afecta a todos y bien vendría conocerla. Y más este año.
El Rey Lobo, de Pedro Jiménez, guión, y Manuel Martínez, guión y dibujo.
Concejalía de Cultura y Festejos, Ayuntamiento de Murcia, 2006
Los últimos años de Madìnat Mursiya, de Pedro Jiménez Castillo, guión, y Manuel Martínez, dibujos.
Museo de la Ciudad, Murcia, 2006.
Concejalía de Cultura y Festejos, Ayuntamiento de Murcia, 2006
Los últimos años de Madìnat Mursiya, de Pedro Jiménez Castillo, guión, y Manuel Martínez, dibujos.
Museo de la Ciudad, Murcia, 2006.
Reseña de Manuel Barrero. Tebeosfera recibió servicio de prensa de M. Martínez
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