Artículo de José Manuel Hinojosa
Estrenada hace apenas un mes, la película V de Vendetta ha sido clasificada por muchos críticos como una obra maestra. Nada más alejado de la realidad. Incluso si la película partiera de una idea original podría ser considerada, como mucho, como una buena película. Pero el problema, y todos los sabemos, es que esta película parte de un cómic que sí es una obra maestra. Una obra construida por uno de los grandes autores del cómic mundial, Alan Moore, que una y otra vez ha de contemplar cómo muchas de sus grandes creaciones quedan totalmente desvirtuadas a la hora de ser trasladadas a la gran pantalla.
Tres, como mínimo, son los grandes errores de la adaptación del cómic a la película. En primer lugar, la construcción de V, personaje magistralmente caracterizado por Moore con gran hondura y profundidad, y que en el cine queda en un personaje absurdo, cercano al fantasma de la ópera, cuyo único afán es el de la venganza. Estas ideas se hallan muy alejadas del personaje de cómic, que busca la destrucción pero también la creación de un sistema político en el que cada ser humano tenga su importancia, su responsabilidad, ideas que quedan totalmente diluidas en el film y desvirtúan por completo el personaje creado por Alan Moore.
Otro de los errores es la relación que se da entre V y Evey, que queda relegada a la relación de un hombre que se enamora de una mujer y renuncia a toda la necesidad de venganza que anida en su interior. «Quería vengarme, pero me enamoré de ti en cuanto te vi, olvidando todo lo demás», dice V en un momento dado de la película, desvirtuando otra vez el sentido último de la historieta, que no es otro que el de la responsabilidad individual, aunque obviamente no sea este el único tema del cómic. Destacan también la huella que los otros dejan en nosotros (maravillosa la carta de Valerie), la culpabilidad de cada uno de los seres humanos («¿pero quién los ha votado?», dice V en el cómic, refiriéndose a Hitler y otros); la ambición humana, la soledad, la ambigüedad moral de tantos y tantos personajes; la creación de personajes secundarios tan verosímiles como Finch. Todos estos temas parecen olvidarse por completo en la película quedando reducidos prácticamente a una historia de venganza y amor, en la que sólo V y Evey están definidos (otra cosa es que estén bien definidos). Los personajes secundarios, tan importantes en la obra de Moore, están totalmente diluidos, cuando no han desaparecido por completo.
Otro de los grandes errores es el final de la película. Si se supone que la película es una versión, aunque muy libre, fiel de la historia de Moore y David Lloyd, el final debería ser mucho menos optimista de lo que es, con esos soldados bajando las armas ante la oleada de personas que se acercan al parlamento con la máscara de V. En el cómic, no lo olvidemos, se da importancia a cada ser, de forma individual. Además, como ya hemos dicho, ese final tan aparentemente optimista de la película dista mucho de las ideas de Moore, manifestadas en innumerables entrevistas, en las que confiesa que ese final se debe a la desconfianza en la participación ciudadana en una posible revolución. De ahí la realidad, mucho más compleja, sutil, y ambigua, que este gran autor sabe reflejar en el cómic, aspectos que no aparecen en ningún momento en una película que se supone es una versión fiel, aunque libre de esta magnífica historia. Así, la obra original queda presentada en la gran pantalla, como dicen los críticos de cine de EL Mundo, como una fábula de política-ficción que se diluye en una trama criminal innecesariamente enrevesada y en peleas inverosímiles»
También en Días de cine acertaron de forma plena con los elementos que separan al cómic, una gran historia, de la película, una historia que a veces se deja ver y otras hace que añoremos terriblemente el cómic V de Vendetta y la inteligencia de aquellos que lo han creado: la ambigüedad y la sutileza. Es decir, Alan Moore.
Las imágenes corresponden al cartel español de la película (en el que sólo se acredita como autor a David Lloyd) y a la cubierta de última edición de la obra de historieta en España, a cargo de Planeta-DeAgostini.
Reseña de J.M. Hinojosa
Joder, después de haber sufrido una infinidad de críticas que adoraban al engendro de los Wachowsky por fin encuentro a alguien sensato que expresa y argumenta con acierto los errores de esta adaptación de chichi y nabo, edulcorada, palomitera y pretendidamente comercial. Todo aquel que haya disfrutado de la obra de Moore se ha sentido profundamente decepcionado por la adaptación a la gran pantalla. Sabiendo que Alan se había desvinculado del proyecto y que éste estaba en las garras de los Wachowsky ya me temía lo peor... y al ir al cine mis peores predicciones se hicieron realidad, así que me la tomé abiertamente en cachondeo, salí del cine con lagrimones de las carcajadas que me proporcionó este V cutre salchichero que parece más una parodia que una adaptación. Podría haberse llamado perfectamente "V Movie".
ResponderEliminarLa primera vez que vi V de Venganza me impactó muchísimo, la he visto varias veces y puedo decir que cada vez descubro algo nuevo en ella.
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