Parque Chas
Por A.D. Kloster
Si todos los barrios de Buenos Aires tienen algo de mágico y misterioso, Parque Chas es todo magia y misterio. ¿Existe alguna teoría o explicación del porqué de esos fenómenos? No lo sabemos, y es una alegría que así sea. Tal vez si pudiera explicárselos dejarían de suceder. Parque Chas nos gusta así: maravilloso
pero no obstante intentaremos un acercamiento.
Ricardo Barreiro en guiones y Eduardo Risso en los dibujos nos regalan historias de corte insólito y sorprendente en la historieta Parque Chas publicada en la revista Fierro de editorial La Urraca. Esta historieta es una creación en donde lo cotidiano, lo concreto: la realidad, se mezcla y convive con lo inverosímil, lo alucinante, lo imprevisible: la ficción, transformando situaciones habituales en hechos increíbles donde lo imaginario se entrelaza hábilmente con lo real. Parque Chas es como un tango dibujado porque nos dicen las canciones populares que las callecitas de Buenos Aires tienen ese qué-se-yo ¿viste?... la luna va rodando por Callao... los barrios de la ciudad tienen un-no-se-qué tan fuerte... y otras tantas maravillas y asombros como las ocurridas en el Parque Chas.
En la literatura y también en la historieta argentinas los barrios porteños, de la Ciudad de Buenos Aires, siempre han servido de soporte real a elementos fantásticos que inesperadamente se mezclan en la trama . La historieta Parque Chas narra precisamente, esas historias fantásticas de misterio e intriga de peculiar originalidad que suceden en el laberíntico barrio homónimo perteneciente a la Ciudad de Buenos Aires. En esta singular historieta un hombre decide investigar la historia del barrio laberinto luego de haberle ocurrido inexplicables sucesos. A partir de allí, un sinfín de aventuras se suceden, todas ellas de corte asombroso.
Metáforas Literarias.
Parque Chas se nutre de lo mejor de la historieta, la literatura dibujada y la narrativa argentina, esas deben ser consideradas sus fuentes. A este respecto se puede decir que Parque Chas pertenece literariamente hablando al realismo fantástico argentino. El realismo fantástico entendido como una creación argentina del siglo XIX que combina hábil e inteligentemente diversas temáticas: policial, relato científico, especulación filosófico metafísico esotérica, horror y nueva fantasía, entrando y saliendo libremente de ellas sin reconocer limites, con gran flexibilidad. Este es un genero literario de aluvión como en nuestro país lo es su población. Es un crisol, es fusión de temáticas, como crisol y fusión de pueblos y razas es la Republica Argentina.
Los pioneros, los precursores del realismo fantástico son el naturalista Eduardo Holmberg y el fundador de Caras y Caretas Fray Mocho (José S. Álvarez) -en el Siglo XIX-. Recreador y renovador destacado es Leopoldo Lugones, y las cumbres literarias son: Borges, Cortazar, Mugica Láinez, Bioy Casares y Sábato. Estas historias tan complejas fueron difíciles de ser dibujadas en historieta hasta que Alberto Breccia se animó a internarse en los infiernos del Informe sobre ciegos de Sábato, dibujando también historias de Jorge Luis Borges. En historieta quienes escribieron guiones considerados como realismo fantástico fueron Oesterheld, Trillo, Alejandro Dolina y Ricardo Barreiro entre los mejores exponentes.
El ambiente de este estilo de literatura es de la ciudad con su gente de clase media, sus mitos urbanos, tangueros, referidos a una tradición local pero de tipo universal a las que deben sumárseles las fantasías y ficciones contemporáneas, la ciencia ficción y la novela negra policial. La acción es urbana o suburbana, se desarrolla en barrios y en ciudades reales (no imaginarias) con su ajetreado ritmo moderno e integradas en la sociedad o civilización contemporánea.
En la historieta Parque Chas de Barreiro / Risso hay entre los parroquianos que cuentan historias singulares ocurridas en el barrio uno muy especial. Este personaje, este parroquiano es el propio Alejandro Dolina, una persona de la vida real, y aquí encontramos un dato clave acerca de las fuentes de la historieta Parque Chas.
Los personajes sorprendentes, relatos increíbles e historias mágicas que provienen de una literatura muy particular que bucea en otros aspectos de la vida urbana -la que realiza Alejandro Dolina en sus Crónicas del Ángel Gris- son el más claro antecedente de la historieta Parque Chas que narra Ricardo Barreiro y dibuja Eduardo Risso. La citada obra de Dolina apareció primeramente siendo una serie de artículos publicados en la revista Hum® que revestían un carácter tan extraordinario, único y particular que finalmente fueron recopilados y publicados en un volumen denominado justamente Crónicas del Ángel Gris. Allí, Dolina nos descubre los secretos, vivencias y acontecimientos de un barrio muy singular, el barrio de Flores, barrio del Ángel Gris. Dolina nos cuenta las andanzas, peripecias, sentires y costumbres del Los Hombres Sensibles de Flores y de sus rivales Los Refutadotes de Leyendas. Toda una gran imaginería y mitología van mostrándosenos de la mano de Dolina quien nos relata muchas anécdotas ocurridas no sólo en Flores sino en barrios de todo Buenos Aires, barrios que existen en la realidad, entre ellos el Parque Chas y todo su misterio. Parque Chas, la historieta, es entonces un guiño homenaje hacia Alejandro Dolina.
Mitos y Leyendas urbanos.
En Parque Chas es el barrio el que tiene sus propias leyendas, mitos y secretos que lo hacen único con respecto al resto de la ciudad sin escindirse de ella. Alrededor del barrio Parque Chas nos adentramos por las calles del mito y las esquinas de la leyenda. Allí, en ese lugar cuya forma repite la de un signo cabalístico, ocurren cientos de casos extraños: los taxistas se pierden hay calles inexistentes o manzanas que nunca se cierran, hay historias fantásticas, criminales y terroríficas sumadas a los sucesos extraordinarios de un barrio acosado por fantasmas y por los espectros del insondable parque. Todos ellos nos hechizan en una historieta singular, llena de aventuras narradas en capítulos de historias unitarias, mágicas y fantásticas que merece la pena mencionar aunque sea imposible abarcarlas a todas ellas:
-Hay una ventana que estaba prohibido abrir pues se oculta un mar bravío detrás de ella. La presencia de sirenas y endriagos, de represores y de una pandilla de chicos asesinos. La problemática de los colegios privados también es una temática de la historieta y hay por las calles del Parque unos atletas que desde hace años corren una carrera que ya es eterna.
-Asistimos al relato de historias de coches asesinos y la presencia real de un automóvil asesino. La extensión de una línea de subtes ordenada por Perón pero que secreta e insólitamente viajan hacia mundos profundos y ocultos de trenes subterráneos que no se sabe hacia dónde van.
-También aparece surgiendo de improviso un grandioso y fastuoso palacio veneciano con Giacomo Casanova como residente cuya aventura concluye trágicamente.
-La inquietante presencia de una sofisticada computadora que manipula conductas.
-Una patota de niños Etes se hace fuerte y también hay habitaciones que eran puertas a mundos paralelos en el tiempo y/o el espacio.
-La terrible y temida presencia de un monstruo, un cuco escondido en los túneles y cloacas de la ciudad. Entremezclados con las historias están los héroes de historieta: El Eternauta de Oesterheld, Corto Maltes de Pratt, Guisepe Bergman de Manara y sentimos el asombro de encontrar a personajes tan queridos y populares como Diego Maradona y Bo Derek en una historia policial.
-Cierra el libro Parque Chas la explicación de una extraña guerra espacio temporal entre los kris y Aitana. Ésta última es una bella extraterrestre de quien se enamora Ricardo -el protagonista- llegando incluso hasta a participar activamente en el enfrentamiento mencionado.
La historieta inicialmente aparecida en varios números de la revista Fierro luego fue editada en un volumen recopilando la historia en once capítulos de ocho páginas cada uno, y un epílogo de una página. Los dibujos del libro aparecen más oscuros que en la versión original en revista Fierro, por eso las historias lucen características de tipo expresionista y los personajes y escenarios son más sombríos aun que en la versión original.
Parque Chas, la historieta, tiene una secuela en Parque Chas II, también en la revista Fierro y con el mismo equipo (Risso y Barreiro). Aquí se habla mas de Ricardo, el protagonista de las aventuras -el investigador, alter ego del guionista Barreiro- y de su enamorada, la bella Aitana, y la historia se interna en la exploración de una extraña invasión que acaece, considerándose esta secuela como otra de las clarividencias de Barreiro quien dentro de un contexto fantástico describió lo que metafóricamente debería considerarse como el cercano y reciente futuro sombrío que sufrió la sociedad argentina con locuras políticas y desigualdades sociales inquietantes.
Infiernos porteños.
Parque Chas, historieta única, fundacional deriva de aquellas historias de Dolina, si bien en sus crónicas del ángel gris los relatos son nostálgicos, mágicos, misteriosos y aunque melancólicos son de tipo optimista con muchas cuotas de humorismo. En cambio la historieta Parque Chas es aventura y misterio, tragedia, oscuridad, horror, aumentando y exasperando aún más sus características sombrías en su edición en libro -como señalamos recién- por la particular impresión del mismo.
Parque Chas es en sí mismo un infierno porteño y con esto se relaciona fundamentalmente con obras como el Informe sobre ciegos (capitulo de Sobre Héroes y Tumbas) de Ernesto Sábato y con El Aleph de Borges. Un Aleph, es ese punto desde el que se puede observar todo el universo simultáneamente y sin superposiciones y que se encuentra en Buenos Aires en la calle Garay, en el sótano de la casa familiar del amigo de Borges Carlos Daneri, casa familiar que también lo fuera de Beatriz Viterbo la novia muerta de Borges. El Aleph es uno de los puntos del espacio que contiene todos los puntos; pequeña esfera tornasolada, el lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos; el microcosmo de alquimistas y cabalistas, el concreto amigo proverbial, el multum in parvo; el conjunto infinito. Todos ocupan el mismo punto, sin superposición y sin transparencia, en simultaneo donde cada cosa era infinitas cosas pues claramente se ven desde todos los puntos del universo. La visión de un Aleph es penetrar en un infierno
que atrapa y condena para siempre a quien lo descubre u observa.
Ernesto Sábato, por su parte, nos refiere de la casita del barrio de Belgrano que visita Vidal Olmos y que conduce hacia las recónditas profundidades de Buenos Aires con su mundo extraordinario: el de la planicie iluminada por un sol estrella roja gigante, su firmamento siempre crepuscular, su luna radiactiva, sus 21 torres de altura inconcebible, su ídolo fosforescente, donde se cita a la Gran Raya Negra del océano, a los pájaros que picotean los ojos y sus sensación posterior (como con Popeye y en El Perro Andaluz respectivamente) donde es permanente el asco, el horror y el terror y donde se producen permanentes metamorfosis en el explorador (hombre pez y otras) tratando de penetrar al terrible volcán de carne, culminando todo en una destrucción apocalíptica donde el mundo se desmorona hacia inmensos cangrejales, los ojos saltan y ruedan como pelotas, las piernas corren solas y las manos buscan a tientas ya sin cuerpo. Este ha sido el mayor infierno porteño imaginado, aunque no debemos olvidarnos de Julio Cortazar y sus relatos con tigres paseando por habitaciones, su colectivo que conduce a la muerte y sus casas tomadas por fuerzas extrañas. Y sumemos también el relato más impactante de Dolina, el referido a la gran serpiente -monstruo antediluviano que vive en las profundidades del Arroyo Maldonado, curso de agua que, hoy entubado, cruza la ciudad de Buenos Aires.
Todas estas historias, todos estos infiernos porteños, todos estos terribles mitos urbanos están emparentados con Parque Chas en una fantástica realidad posible porque en Buenos aires, en verdad, existen líneas de alta densidad, similares a los agujeros negros cuánticos, a los agujeros de gusano descriptos por Maldacena, que alteran las características de quienes las cruzan generando realidades alternativas, provocando el desdibujamiento del mundo circundante, la desintegración caótica del mundo real obteniendo así una visión distorsionada de la realidad circundante.
Parque Chas es también una historieta fundacional. Para llegar a conformar y consolidarse su estilo fue necesario una amplia evolución de la historieta nos sólo argentina sino también universal. A continuación nombraremos y comentaremos a titulo informativo las historietas que a nuestro entender son precursoras de la obra de Barreiro y Risso.
Desde nuestro punto de vista consideramos que Parque Chas se aproxima mas a la fantasía que a la ciencia ficción, la entendemos como realismo fantástico el cual hoy es un género independiente en sí mismo. Tradicionalmente, el llamado realismo fantástico se consideraba integrando en la ciencia ficción, mas a ella la penetra y rodea (como a otros géneros). Fundamentalmente, Parque Chas se dirige hacia caminos cruzados que fusionan lo narrativo, lo poético, lo científico. Estos serían sus precedentes en historieta:
-La excepcional historieta cómica Don Pascual (de Roberto Battaglia, en Patoruzito, 1945) con su realismo de tipo surrealista en tono delirante humorístico. Don Pascual (antes llamada Mangucho y Meneca) con su delirio, su libertad expresiva sin limites y sus personajes extraordinarios e insólitos debe considerase como un claro antecedente de Parque Chas aunque en clave humorística. Don Pascual muestra una realidad de almacén barrial, pero al dejar su ámbito los personajes se ven envueltos en rarísimos conflictos en una realidad alternativa; situación esta de similares características a lo que sucede en la historieta del Parque Chas.
-Otro simpático antecedente es la obra de Cortinas del año 1944 aparecida en revista Bichofeo, la historieta Isabelita y Chichito, dos hermanitos que siempre curioseaban el laboratorio de su padre inventor y protagonizaban por ello historias fantásticas -como cuando los controles del laboratorio en realidad formaban parte de la consola de una nave espacial, con la cual salieron volando los traviesos hermanitos-. Esto nos lleva a la conexión con la ciencia ficción, que hallamos en Parque Chas en la aventura de Aitana y los Kriss, y en el capitulo de la supercomputadora manipuladora, entre otros.
-Como antecedentes de la historieta de ciencia ficción argentina encontramos las historietas de Carlos Clemen (serias, sobrias) y más atrás aun la humorística curiosa y pintoresca El Explorador interplanetario de Serrano (1916, en la revista P.B.T.). Roberto Ax, médico del siglo XXX, de Clemen-Grassi, es la primer historieta de ciencia ficción argentina con las características de género requeridas, luego llega Rolo, el marciano adoptivo (ciencia ficción barrial) obra de 1957 de Solano y Oesterheld, y la excepcional El Eternauta de la misma dupla. Cerramos el listado de este tipo de precursores mencionando a Sherlock Time (Oesterheld y Breccia, 1958) donde el jubilado Luna compra una casona cuya torre es una cosmonave y a partir de allí protagoniza misteriosas aventuras.
-De la vertiente de terror que posee Parque Chas podemos considerar como interesantes antecedente a las historietas de terror que realiza Morhain con su estilo más elaborado y contemporáneo que las predecesoras muy convencionales y rutinarias.
-Finalmente mencionamos las obras relacionadas con el realismo mágico fantástico argentino porteño. Serían "El otro DR. Fogg" y "Undermedanos" (en menor medida), ambas dibujadas por Ángel Fernández (para Dennis Martin, Precinto 56, etc.). Hay varias más de genero fantástico y tinte local pero con estilo diferentes bien marcados: Las puertitas del señor López (Trillo-Altuna), con su realismo mágico fantástico, Ministerio (Barreiro-Solano) es ciencia ficción, Metrocarguero (Albiac-Mandrafina) es fantasía, El Sueñero (E. Breccia) es delirio y Perramus (Sasturain-Breccia) es historieta metafísica, filosófica, literaria, además es un hito en la historia de la historieta argentina como lo es Parque Chas. En Dr. Fogg y principalmente en Undermédanos Fernández realiza un dibujo optimista y luminoso que hacen más legible la historia, logrando así un distanciamiento configurativo -critico- necesario con la trama, que es cruda y violenta, además la compaginación es compleja. Es una historieta difícil resuelta con sencillez y simpleza, si se hubiera empleado un estilo de dibujo expresionista la misma sería asfixiante. Por otra parte y como ya mencionamos, la literatura dibujada de Alejandro Dolina con sus Crónicas del Ángel gris (ilustraciones de Carlos Nine) es la obra más cercana al Parque Chas de Risso Barreiro, pues narra toda una mitología porteña. Es más, suele decirse que quien fundó las bases de Parque Chas fue el propio Alejandro Dolina pues en su crónica Perdidos en Parque Chas cuenta aventuras de Manuel Mandeb, el polígrafo de Flores y sus amigos, llegando a la conclusión de conviene no acercarse nunca al citado parque. Entre paréntesis diremos que las historias del Parque Chas son toda una literatura en sí misma pues quien quiere escribir historias de tipo fantástico urbano no tiene mas que instalar su acción en el barrio del Parque Chas y contar el cuento (que será creído a pie juntillas).
-Para finalizar este recorrido no olvidemos las secuelas a Parque Chas, con un estilo ya bien definido tanto en su dibujo como en su trama del género historieta fantástica porteña. Aquí mencionamos al extraordinario número 5 de la revista Hacha (noviembre de 1997) cuyo titulo conceptual es Buenos Aires Fantástica. Sus historias son realmente excepcionales y consolidan una temática que llegó para quedarse; ellas son: En banda (Schimpp-Alcatena), Jaque (Shimpp- Ariel Rodríguez), Anselmo Guernica (Calvi), Reality show (García Duran), De furia, hambre y sangre (Caravito-Jok), Viaje en bondi (Roberto Barreiro-Lucas Varela) y Buenos Aires tango (Duran-Esteban Díaz- Jok-Varela). Todas las historias refuerzan y consolidan el género fantástico porteño y además los artistas realizan sus trabajos empleando diferentes variantes del estilo, acrecentando el desarrollo del mismo. De otro lado (un tema para desarrollar), Parque Chas antecede a toda la 'revolución' del horror que utiliza como eje la personificación del monstruo, como ocurriría en los ochenta en las obras de Alan Moore, por ejemplo.
Los hacedores del monstruo.
El autor de los guiones de Parque Chas, Ricardo Barreiro da cierta realidad a las imaginaciones fantásticas relatadas utilizando un procedimiento singular: el autor es protagonista de lo que narra y en la acción intervienen amigos suyos, con su nombre verdadero.
En Parque Chas es el propio Ricardo (Barreiro) el protagonista de la historia; él es quien entrevista a los vecinos y a quien le ocurren las aventuras. Uno de los entrevistados es justamente Alejandro Dolina, amigo del propio autor.
Encarada pues la investigación periodística Ricardo va entrevistando a diferentes vecinos del barrio (entre ellos Dolina) y los parroquianos de los bares del barrio cuentan historias asombrosas de Parque Chas con gran aplomo. Pero no son fabulaciones, pues al poco tiempo esas historias son corroboradas por el investigador cuando presencia los extraños e inexplicables sucesos -ocurridos a lo largo de los años- que le habían referido, y vive, además, él mismo nuevos y extraños episodios en el barrio. Sin embargo en cada nuevo capítulo, ante un nuevo relato de algún vecino, el protagonista, el entrevistador, paradójicamente se muestra escéptico, escepticismo que reúne cierta ironía, cierto sentido critico, aunque haya confirmado y vivido y experimentado en carne propia las aventuras asombrosas. Este es un punto verdaderamente paradójico dentro de la historieta.
El guionista de Parque Chas, Ricardo Barreiro es un creador de universos y personajes con dimensiones lo suficientemente fértiles como para atrapar al lector. Barreiro bien lo sabe, es un excelente narrador; él posee una personalidad dotada con la garra exacta para contarnos cuentos entretenidos, los cuales, a su vez, articulan mitos - es decir literatura. Y en este caso literatura (que es) dibujada.
En la trama de Parque Chas palpita la presencia de mitos reales y mitos literarios unidos en un mundo atormentado y enigmático. Hay algo, cierta fibra interna, ciertos mecanismos de identificación y proyección del yo del lector que tanto Ricardo Barreiro como Eduardo Risso supieron utilizar.
Barreiro, como exquisito creador de climas, sumerge al lector en realidades desconocidas, busca en otros aspectos de la vida urbana. La mayoría de los porteños ni siquiera imagina estas historias asombrosas que suceden ante sus propios ojos, pues siempre hay un relato increíble oculto frente a los ojos de todos (de todos nosotros) camuflado en las calles de la ciudad, donde los miedos inconscientes pueden corporizarse de modo inquietante y los monstruos nos maravillen u horroricen por la intromisión de la curiosidad humana mas allá de lo requerido con esas provocativas exploraciones allí donde la realidad se desquicia, donde la realidad tiene estructura de ficción y donde las historias representan la puerta de entrada a un mundo fantástico, hacia aquellos mundos alternativos de creación desbordada mas allá de lo aparentemente posible. En los capítulos de Parque Chas debemos ver metáforas que son una serie de reflexiones sociales y políticas ligadas a una época particular. Esta es una obra con carácter propio, una obra de calidad que emociona. Parque Chas es una fábula que es metáfora de los terrores argentinos, es reflexión sobre aspectos de la condición humana a través de lo imposible pues sabemos que la realidad argentina tuvo tonos de novela gótica o de pesadilla y, como ya se ha escrito, Parque Chas, la historieta, es una especie de reflejo esotérico de lo ocurrido en la realidad argentina. Barreiro fusiona lo narrativo, lo poético, lo científico, lo mítico, lo histórico, hace de Parque Chas es una historieta fantástica no tradicional que linda con la ciencia ficción, la atraviesa y sale libremente de su ámbito oscilando entre el relato fantástico, la ficción recóndita, la ensoñación catártica y la narración policial oscura hasta ser tenebrosa.
Eduardo Risso realiza un dibujo realista con sesgos humorísticos en estilo sobrio y con aires teatrales, histriónicos, que evita caer en el pintoresquismo (en la ambientación porteña) y en el barroquismo (en las historias y personajes fantásticos). Es un estilo coherente durante todo el relato. La definición gráfica de los personajes es creíble y es efectiva la personificación. Risso, dibujante muy joven cuando realiza Parque Chas, se encontraba en plena forma narrativa, en un momento brillante.
El libro comparado con la historieta publicada en revista Fierro es más sombrío, misterioso y terrorífico pues al perder los grises (por una particular impresión del mismo) se torna una obra más expresionista. Risso, en el agrupamiento, compaginación y montaje de las viñetas claves de Parque Chas, nos permite observar un paulatino cambio de ritmo en un crescendo constante hasta llegar a ser vertiginoso. En coincidencia observamos un paulatino cambio de espacio, de escenografía, a medida que la acción se acelera, y el subsecuente cambio en las imágenes, en el entorno, en los vehículos, en el vestuario, con la aparición de personajes, circunstancias y edificaciones cada vez más entroncados e identificados con el pasado. El dibujo, en su publicación original en Fierro, va marcándonos -con un mayor agrisamiento, con un mayor oscurecimiento de las escenas, con un fuerte contraste de tonos grises y negros- un cada vez mayor clima de misterio, mostrándonos así el tono cada vez más dramático que va tomando la historia. Esa luz sesgada que ilustra Eduardo Risso nos revela con mayor fidelidad el sentido de cada escena y forma un todo armónico coherente con el relato guionado por Barreiro. El dibujo entonces es realmente consustancial con los textos y nos advierte que lo visible contiene más de lo que reconocemos: es pesadilla y sorpresa, además en las aventuras del protagonista nos muestra que el verdadero suspenso se logra cuando el lector es más consciente del peligro que el mismo héroe de la historia -aquí es el dibujo el que narra con imágenes-. Las citas / homenaje a la historieta son explicitadas con la presencia de personajes como El Eternauta y otros.
Es justicia reconocer la fuerza y vigor del dibujo de Risso quien con su estilo personal y cautivante es el complemento ideal, exacto, para el notable e inspirado texto de Barreiro. En esta obra demostraron la veracidad de la definición de historieta; la hermandad sublime entre el texto escrito y la imagen impresa es totalmente alcanzada.
Ricardo Barreiro fue también autor de As de Pique y Puesto avanzado, ambas con dibujos de Juan Jiménez, Slot Barr y Ministerio, con Solano López, La batalla de las Malvinas, con varios dibujantes, y Parque Chas y Caín ambas con Eduardo Risso, entre muchas otras realizaciones. Eduardo Risso ya se había destacado dibujando Julio César para Editorial Columba antes de consagrarse con las obras de Ricardo Barreiro: Caín y Parque Chas.
Conclusiones: Final a toda orquesta.
La historieta es una forma de narración y que tiene la particularidad de valerse de dos tipos diferentes de medios expresivos: las imágenes o dibujos por un lado y la palabra por el otro, que transmite el contenido del relato, los diálogos, pensamientos y reflexiones. Por lo tanto seria una combinación, compuesta por lenguaje visual + lenguaje verbal. Y si las tiras están bien logradas, las ilustraciones generan una cadena asociativa con su propia mecánica que hace volar al lector mas allá de la narración explícita, pues los personajes insertados son ficción y por ello nos permiten despegar de la realidad concreta.
Pero, como ya vimos, la historieta no es tan sólo una simple mezcla o combinación de géneros, la historieta es la unión indivisible entre dibujo y texto -hasta en una historieta muda, que narra en silencio-.
También debemos resaltar el acierto de los teóricos que nos dicen que la historieta es una forma de narración que condensa en sus cuadros toda la fantasía de aventuras que caben en el pensamiento humano. Por ello su mundo es complejo y en él caben todos los elementos y todos los temas: hombres, cosas, animales, naturaleza, y todo lo insólito, desconocido y original que pueda concebirse. Parque Chas, la historieta, es una de las cabales representaciones de dichos conceptos y en su trama aventurera incide un alto contenido simbólico y metafórico. Parque Chas es zambullirnos en la fantasía, en el descubrimiento, en la imaginación y escapar al realismo, al orden, a la justa medida. Observamos, entonces, que la historieta plena, ideal significa, implica, la interacción armónica entre el dibujo y el texto, su unión indivisible en una historia, en una trama. Por ello debemos mencionar no sólo al guionista de la historia sino también al dibujante, para el caso Risso, quien cumple una labor destacadísima para que Parque Chas llegara a ser considerada una historieta fundacional y un hito en la historia de la historieta argentina.
Si todos los barrios de Buenos Aires tienen algo de mágico y misterioso, Parque Chas es todo magia y misterio. Si existe alguna teoría o explicación del porque de esos fenómenos, no lo sabemos. Y es una alegría que así sea. Tal vez si pudiera explicárselos dejarían de suceder. Parque Chas nos gusta así: Maravilloso.
Parque Chas, de Ricardo Barreiro y Eduardo Risso
Libro en rústica, 120 págs., b/n, 10 euros.
Parque Chas fue ofrecida por entregas en la revista Fierro, a partir del núm. 37, fechado en septiembre de 1987. En diciembre de 2004 fue recopilada la obra en un libro por el sello Puro Cómic, con la supervisión de Risso. En España circula una reedición de 2006.
Texto promocional editorial:
«¿Por qué al señor Chas se le ocurrió encomendar, en 1925, a los ingenieros Frehner y Guerrico el diseño de ese barrio donda la calle Dublín de repente se podía llamar Londres?
Los Límites precisos de este misterio urbano están configurados. Ventanas clausuradas, sueños de esclavitud, metáforas de la por encontes reciente dictadura militar, un túnel por el que un tren subterráneo hubiera permitido a Perón escapar de las acechanzas de la revolución libertadora.
La estrella del cómic, Eduardo Risso, y el célebre guionista Ricardo Barreiro nos presentan un clásico de la historieta argentina. El cómic de suspenso que da sentido al género.»
Vinculos.-
Historia de la manzana misteriosa de Parque Chas (Dolina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar un comentario, si lo deseas; no ofendas, si puedes. Gracias