Ese genial bastardo.
Cuesta vernos ¿eh?
Pero estamos ahí, en este tebeo de Joe Matt (Filadelfia, 1963) nos veremos reflejados si alguna vez hemos pecado de cínicos o de inmaduros dolidos y resentidos. Estamos en las masturbaciones como alivio de crisis de las que somos responsables. Estamos en los anhelos por conquistar al sexo adolescente cuando ya frisamos los treintaytantos. Estamos en la mezquindad de considerarnos 'alguien' en un mundo de donnadies.
Pero estamos ahí, en este tebeo de Joe Matt (Filadelfia, 1963) nos veremos reflejados si alguna vez hemos pecado de cínicos o de inmaduros dolidos y resentidos. Estamos en las masturbaciones como alivio de crisis de las que somos responsables. Estamos en los anhelos por conquistar al sexo adolescente cuando ya frisamos los treintaytantos. Estamos en la mezquindad de considerarnos 'alguien' en un mundo de donnadies.
Y no es este un tebeo con intención descriptiva de una edad social o de una generación. Qué va. Es un muestrario del lado cínico de todos, ese que nos cuesta tanto reconocer, sobre todo frente a nuestra pareja. The Poor Bastad es una obra de desmesurada hosnetidad. El autor, con Crumb como referente incluso en lo estético (y con Pekar, algo más lejos, en lo narrativo), vuelca en sus página una ficción disfrazada de biografía que amenaza con ser verdad a la par que causa risa.
Lo sorprendente es que lo logra con un dibujo en principio feísta y con un modelo narrativo muy rígido: la estructura es invariablemente de 2 X 3 viñetas por página, con unos contorneados de viñeta muy gruesos y un entintado denso que nos recuerda a los Hernández Bros. También son algo anquilosadas las fórmulas narrativas, pues Matt repite esquemas y ambientes para marcar el ritmo del relato: planos de la cama / masturbatorio, planos de mesas de café o de billar, algún plano entero del personaje caminando por calles o parques... Todo ello aporta un toque antinatural pero que logra su objetivo, que no es otro que fijar nuestra atención en los personajes principales hasta centrarnos en la patética vida del autor. De hecho, logra que nos caiga simpático su alter ego despreciable y que otros personajes, como Mary, por ejemplo, parezcan enternecedores. Todo queda acentuado por esa tendencia a la sobrecaricaturización utililizada en momento de máxima excitación o entusiasmo, al uso como se dibuja en los manga, y con lo que Matt consigue unos contrapuntos especialmente eficaces.
Lo sorprendente es que lo logra con un dibujo en principio feísta y con un modelo narrativo muy rígido: la estructura es invariablemente de 2 X 3 viñetas por página, con unos contorneados de viñeta muy gruesos y un entintado denso que nos recuerda a los Hernández Bros. También son algo anquilosadas las fórmulas narrativas, pues Matt repite esquemas y ambientes para marcar el ritmo del relato: planos de la cama / masturbatorio, planos de mesas de café o de billar, algún plano entero del personaje caminando por calles o parques... Todo ello aporta un toque antinatural pero que logra su objetivo, que no es otro que fijar nuestra atención en los personajes principales hasta centrarnos en la patética vida del autor. De hecho, logra que nos caiga simpático su alter ego despreciable y que otros personajes, como Mary, por ejemplo, parezcan enternecedores. Todo queda acentuado por esa tendencia a la sobrecaricaturización utililizada en momento de máxima excitación o entusiasmo, al uso como se dibuja en los manga, y con lo que Matt consigue unos contrapuntos especialmente eficaces.
Es este libro (tildado por La Cúpula como Mini Novela Gráfica) un gran libro de historietas. Un exponente del underground estadounidense reciente y, de entre los cómics autobiográficos que tanto hemos leído últimamente, una obra maestra.
Duele, de nuevo, que llegue tan tarde. El 'diario gráfico' de Matt comenzó en los finales ochenta, en Peepshow (desde 1987), cuando él decidió exponer su vida en viñetas para 'desengrasar' su mente de la ingrata tarea de entintar tebeos de superhéroes, algo de lo que comía pero que nunca le gustó. Drawn & Quarterly tuvo el buen tino de ir recogiendo sus trabajos en volúmenes desde los años noventa y a España ha llegado casi toda su obra de manos de La Cúpula, tanto los Peepshow, como el primer volumen recopilatorio, Buen tiempo, dedicado a su infancia, como éste, publicado originalmente en 1997, que es otra joyita.
Da igual la tardanza. Se demuestra que es una obra por la que no pasan los tiempos ni las modas. Y que, como decía Crumb, Matt es '¡un auténtico capullo, pero hace unos tebeos cojonudos!"
Pobre Cabrón, de Joe Matt
La Cupula : Mini Novela Gráfica, s/n.
Libro en rústica con solapas, 176 páginas, b/n, 15 x 21 cms, 9.95 euros.
ISBN: 84-7833-690-7
Texto promocional:
"Bajo el acertado título de Pobre cabrón, Joe Matt nos presenta la cautivadora - y a menudo descojonante- crónica de los momentos cruciales de su miserable vida. Las constantes disputas con su pareja, la insaciable afición a la pornografía, la tacañería y la falta de tacto son sólo algunos de los problemas con los que tiene que lidiar este pobre cabrón. Problemas que en ocasiones se parecen sospechosamente a los nuestros, sólo que él los ventila en público, permitiéndonos que nos acerquemos un poco más a él... tal vez incluso demasiado."
"Bajo el acertado título de Pobre cabrón, Joe Matt nos presenta la cautivadora - y a menudo descojonante- crónica de los momentos cruciales de su miserable vida. Las constantes disputas con su pareja, la insaciable afición a la pornografía, la tacañería y la falta de tacto son sólo algunos de los problemas con los que tiene que lidiar este pobre cabrón. Problemas que en ocasiones se parecen sospechosamente a los nuestros, sólo que él los ventila en público, permitiéndonos que nos acerquemos un poco más a él... tal vez incluso demasiado."
Vínculos.-
Una entrevista interesantísima.
Entrevista de Brayshaw para Comics Journal 183
Ficha en BDNews
Reseña en Con C de arte
Reseña de José Ángel Barrueco
Todas las cositas de Matt en D&Q
Reseña de Manuel Barrero. Tebeosfera recibió servicio de prensa de La Cúpula.
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