viernes, 17 de marzo de 2006

Diarios de festival, de De la Calle


DIARIOS DE FESTIVAL: AUTOBIOGRAFÍA APÓCRIFA

Reseña por Norman Fernández


Molinillo de la Sierra, es un pequeño pueblo de la provincia de Salamanca que vio nacer en 1958 a Ángel de la Calle. El joven, que más tarde se convertiría en gijonés por adopción y elección, empezó ya desde muy pronto a desarrollar un interés por las creaciones gráficas, que plasmaría entre otras maneras llenando paredes de pintadas en contra del régimen franquista, hasta canalizar dicho interés de manera académica mediante los estudios superiores de Bellas Artes.

Su afición por la historieta hace que comience a publicar con tan sólo 17 años en la revista Star; publicación receptora de sus trabajos iniciales. Durante la década de los ochenta publica en la práctica totalidad de las revistas de historieta: Bésame Mucho, Rambla, 1984, Comix Internacional, Zona 84 o El Víbora. Publica además en revistas fuera de las fronteras españolas como la francesa Fantastik, la sueca Tug Metal o la norteamericana Heavy Metal; cabecera ésta última que decide incluir su historieta Berlin at Down dentro del volumen que recoge las mejores publicaciones de sus 25 años de historia.

La década de los noventa del pasado siglo, con sus superpuestas etapas de crisis en la historieta en España, supone para Ángel de la Calle un periodo durante el que, si bien nunca deja de realizar historietas, va diversificando los soportes y los esfuerzos. Realiza el story board de la película de Gonzalo Suárez El lado Oscuro, lleva a cabo historietas didácticas producidas por el Ayuntamiento de Gijón y el Fondo Social Europeo, desarrolla una amplia labor como diseñador gráfico y se embarca en la organización de eventos culturales como la Semana Negra de Gijón o las Jornadas del Cómic “Villa de Avilés”. En 1996 crea la tira diaria Mar y Mari que desde entonces aparece durante los meses de verano en los diarios La nueva España, los primeros años, y El Comercio, más tarde. La tira, que sigue publicándose próxima ya a cumplir los diez años de existencia, es firmada por De la Calle (en un curioso caso de travestismo creador) con el pseudónimo Adela C.

El comienzo de nuevo siglo y milenio supone para Ángel de la Calle la realización de su obra más ambiciosa: Modotti. Una Mujer del Siglo Veinte, la biografía en historieta de Tina Modotti que ha visto concluida el recientemente difunto año 2005. Además en 2002 realiza junto al escritor Paco Ignacio Taibo II el libro ilustrado Mon ami Moran para el mercado francés.

Este viene a ser el personaje que nos encontramos en la primera viñeta de Diarios de festival, una obra directamente inspirada, como el autor reconoce ya en esa primera página del libro, en los diarios de Johann Sfar editados por L’Association. Con un arranque en el último Saló de Barcelona y un epilogo en el de Getxo, nos encontramos en el medio de ambos a la Semana Negra de Gijón, las Jornadas del Cómic “Villa de Avilés” y el Salón de La Coruña; o más exactamente, a la descripción de la intervención del autor en todos esos eventos. La obra, como su propio nombre indica es un diario, en el que su autor nos va ofreciendo pinceladas de su teorías, sus conversaciones y sus actividades en relación con el medio; sobre la historieta, que es quien se erige en el verdadero nexo de unión entre las distintas partes del diario.

Supongo que el discurso sobre la historieta que impregna la obra (y que está, en mi opinión, muy basado en eso que se dado en llamar intertextualidad) puede resultar el mayor elemento de interés de la obra para el público: que en realidad podría ser todo aquel con interés en el mundo del cómic. Para un servidor, y por motivos personales, las partes que más me interesan del libro son las referidas a la relación de Ángel con su hijo Sergio. Y no sólo porque un servidor también tiene hijos (y uno de ellos se llama Sergio también) sino porque he sido testigo de esa relación a través del libro y, también, en vivo y en directo y les puedo asegurar que es realmente especial. Lo más curioso es que yo, que conozco a Ángel desde mucho antes de que fuese padre, siempre pensé que tenía el mismo instinto paternal que unas castañuelas; si bien el tiempo me demostró mi error. Aunque muchas veces no lo cumpla la práctica, la teoría reza que todos los padres aspiramos a tener una relación especial con cada uno de nuestros hijos. Afortunadamente otras veces sí sucede.

Digamos para finalizar que el Diarios de festival, editado por su autor, llega a las librerías coincidiendo con un periplo por Brasil de su creador: de la Bienal do Livro de São Paulo al Salão Carioca de Humor en Ipanema, en donde Ángel está presentando su exitosa edición brasileña del Modotti. Itinerario durante el que, en algún momento recogerá el premio a la «Melhor surpresa editorial no Brasil» que acaban de concederle. Quien sabe, tal vez el año próximo tengamos una nueva entrega de estos Diarios de festival en la que nos cuente, entre otras muchas cosas, sus andanzas por aquellas tierras.


Diarios de Festival, de Ángel de la Calle.

Autoedición. Especiales DENTRO, primer volumen.

Libro de historietas, de 19 X 14 cm., 100 páginas b/n en rústica con solapas. 12 euros


Reseña de Norman Fernández

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