El País, 1: Viñetas y la Movida

En El País del domingo (día 1) se acordaron de las viñetas varios periodistas.

Sergi Pàmies lo hizo con el don de saber reconocer a los filósofos auténticos cuando recordó en su columna "Zapping" las palabras de Chumy Chúmez en La Aventura del Saber: "El artista debe amar la vida y odiar el arte".

Juan Cueto también reparó en la importante presencia de las viñetas en prensa como lábaros de opinión pública cuando reparó, en su sección "Las burbujas del globo" en EP[S], que El Roto señaló con su habitual acierto lacónico y crudo que basta ya de celebraciones de vida y muerte decimonónicas y volvamos a la contemporaneidad. Era en alusión a tanta muerte retransmitida, vaticana o monegasca, y tanta realeza matrimoniada. También aludía a Peridis, colocado al lado de García Márquez. Buenos tiempos para la consideración del humor gráfico, por unos escritores que pertenecen a la misma generación.

Y hablando de generaciones, la Movida fue rescatada en EP[S] por Diego A. Manrique, cronista musical del puente entre modernidad y posmodernidad en nuestro país. Es interesante el artículo por el balance que hace de aquella etapa de nuestra historia reciente, cosiendo los jirones de lo que fue, lo que se consideró y lo que se criticó, bajando de su pedestal "moderno" a Tierno Galván, colocando en su lugar obvio aquello que se consideraba frescura y fue reciclaje, señalando qué quedó y que murió, frivolizando también, una vez más, sobre lo que fue basura y se elevó a cultura. El cómic lo toca poco en su texto. Cita los fanzines, en general -más refiriéndose a los musicales- y, claro, cita las revistas enseña de la movida que llevaron historietas sin ser tebeos: La luna de Madrid y Madrid me mata (sobre ésta declara Moncho Alpuente: "dábamos tribuna a la última petarda") y también, de pasada, el tebeo Madriz, subrayando su carácter subvencionado.

¿De aquellos tiempos de abrazo del desenfreno y del reciclaje de lo ajeno qué quedó?

El relato paralelo de la Movida (musical) con el boom (editorial) de la historieta en España no debe ser desdeñado. Ya lo trataron, recientemente, Lledó, Altarriba, Dopico.

Otros lo tratarán. Esperemos.