Dos exposiciones conectadas con el cómic.

Ayer en La 2 nos hablaron de la exposición del cienasta Iván Zulueta Mientras tanto. El mismo Zulueta reconocía que el título de la exposición alude a un nexo habitual en el cómic, el que conecta acciones distantes en el tiempo o en el espacio. Lo suyo, sin embargo, no tiene mucho que ver, o se halla a medio camino entre la historieta y la fotografía: se trata de una sucesión de imágenes tomadas con Polaroyd sin aparente conexión entre sí salvo el "mientras tanto" que aparece de cuando en vez. Un experimento más, tan meritorio o menos que el de Kb, que a saber hacia dónde nos lleva.

En El Mundo del lunes / Cultura (p.43) se anunciaba la exposición que han abierto en Turín con piezas de los siglos XV a XX: El Mal. Ejercicios de pintura cruel, una muestra de vilezas vistas con la mediación del ojo del artista. 180 obras de arte que pasan revista al Mal en la cultura occiental escogidas y organizadas por el crítico Vittorio Sgarbi. Nos interesó saber que hay tres secciones colaterales de la exposición: las dedicadas al cine, la fotografía y el cómic. En este último caso, el corresponsal de El Mundo tan sólo destaca -aunque es de suponer que hay mucho más- la presencia del cómic italiano Diabolik (1962) obra destacable en su día por presentar como héroe a un villano y que despertó cierto revuelo entonces debido a que activó los mecanismos de censura so pena de que inclinaba a los niños hacia el crimen. De la historia de la censura debieran hacer exposición.

Eso.